El maquinista y el interventor hablaban sobre dónde parar en Pontedeume

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

El inteventor saliendo del tren tras el accidente
El inteventor saliendo del tren tras el accidente XOÁN A. SOLER

Garzón confesó ayer al juez que su compañero lo llamó al móvil poco antes de descarrilar

01 ago 2013 . Actualizado a las 16:25 h.

Vuelco en la investigación. La llamada telefónica que recibió el maquinista del Alvia, Francisco José Garzón, en su móvil segundos antes de que el tren descarrilara en la curva de A Grandeira, cerca de Santiago, la realizó el interventor del convoy, Antonio Martín Marugán, que viajaba unos vagones más atrás (en el asiento 2B del vagón 3) y que conocía perfectamente el trayecto y el tramo delicado por el que estaban pasando, en el que hay que reducir la velocidad de 200 a 80 kilómetros por hora. Esa llamada se centra en la forma de entrada y la vía a elegir en Pontedeume, penúltima parada del tren Alvia 730 Talgo número 150/151, que había salido de Madrid-Chamartín a las tres de la tarde del miércoles 24 con 218 pasajeros a bordo, y que tenía como destino definitivo la estación de Ferrol, a donde debería haber llegado alrededor de las diez y media de la noche.

Gracias a las cajas negras

La existencia de una llamada al teléfono móvil del maquinista se descubrió anteayer al abrir las dos cajas negras del tren Alvia-oficialmente denominadas registros jurídicos- y conocerse el contenido de las grabaciones de audio. Es una conversación que dura 1,40 minutos y en la que se oye al maquinista recibiendo indicaciones sobre una parada en el momento en el que el tren llegase a Pontedeume, según informó ayer el Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago a través del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Durante esa conversación también se oyen, según fuentes conocedoras de la grabación, dos pitidos similares a sonidos de alerta.

Y ayer, una semana después del accidente, se supo que el interventor del mismo tren fue la persona que llamó al maquinista a su teléfono móvil de empresa -desaparecido desde la noche del siniestro- poco antes de las 20.41 horas del día 24, cuando se produjo el descarrilamiento mortal. Y se supo porque el maquinista Francisco José Garzón, que está en libertad provisional e imputado por homicidio imprudente por la muerte de 79 pasajeros, se lo confesó ayer al juez Aláez en el juzgado de Santiago.

Ocultaron la llamada a la policía

Garzón se presentó voluntariamente en el juzgado para prestar declaración y aseguró que con el interventor estaba hablando sobre la vía en la que tenía que parar al llegar a Pontedeume. Y añadió que en el momento del descarrilamiento ya no hablaban, que colgó segundos antes. La conversación telefónica entre el maquinista y el interventor del Alvia fue ocultada por ambos a la policía, pese a que esa llamada puede ser una de las claves del accidente porque el maquinista hablaba por teléfono cuando, como él mismo confesó, sufrió un despiste que le hizo creer que estaba en otro tramo del trayecto.

Garzón confesó ayer la llamada, pero no lo hizo en su comparecencia del pasado domingo en el juzgado, donde fue interrogado por el magistrado Aláez, por el fiscal y por las partes personadas en el caso. El interventor, segunda autoridad en el tren, también evitó referirse a esa llamada en su declaración ante la policía el día 26, apenas 48 horas después del accidente que, hasta el momento, causó la muerte de 79 pasajeros y decenas de heridos. El interventor fue uno de los lesionados y fue atendido de una fractura en una costilla en el Hospital A Coruña, a donde llegó con el segundo maquinista, Javier Illanes, también herido y que viajaba como pasajero tras ceder los mandos a Garzón en la estación de Ourense.

Información elaborada con aportaciones de Emiliano Mouzo y Xosé V. Gago