«La Iglesia formó parte del paisaje en lo bueno y en lo malo»

JESÚS MANUEL GARCÍA OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Prieto tiene el encargo del obispo de iniciar un departamento para la misión en la propia diócesis

29 ene 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

Francisco José Prieto (Ourense, 1968) es sacerdote, doctor en Teología Patrística, vicario parroquial en San Pío X y, desde agosto del 2012, vicario episcopal de la Nueva Evangelización.

-Estrena. ¿Cuál es el objetivo?

-Llevar la tarea pastoral como opción prioritaria, urgente de la Iglesia. La evangelización es la tarea de siempre, la razón de ser de la Iglesia.

-¿Dónde está lo novedoso?

-En los modos, estilos y formas. Tras veinte siglos del primer gran anuncio la Iglesia tiene el reto en los países que se dicen cristianos, que hoy son tierra de misión en Europa.

-¿Cómo lanzar el mensaje de Jesús al hombre de hoy?

-En este tiempo de incertidumbre, el modo de hacer llegar al corazón el Evangelio de Jesús como buena noticia es con un lenguaje que el hombre entienda. Con un lenguaje de la caridad y del testimonio de la palabra hecha vida. La Nueva Evangelización no sería una acción exterior de la Iglesia sin serlo antes interior. Es decir, yo, Iglesia ¿soy reflejo del evangelio? El primer paso es la propia conversión pastoral de la propia Iglesia.

-Vicarías como esta no abundan en España.

-De momento tenemos la de Ourense y la de Sevilla.

-¿Cómo se organizan?

-Para transmitir y educar en la fe, coordinamos las delegaciones diocesanas: Catequesis, Familia, Misiones, Infancia, Juventud y Pastoral Universitaria. Otra faceta, la enseñanza y la cultura, y ahí entran los centros de educación diocesanos, los profesores de religión y el llamado Atrio de los Gentiles, espacio de encuentro de creyentes y no creyentes para responder a preguntas sobre el ser humano. Contactar con universitarios, creyentes, y que esto no sea un círculo exclusivo sino círculos concéntricos hasta abarcar a todos.

-Para un sector ciudadano la Iglesia se ve rancia, no le ofrece buena imagen.

-A veces presenta un sabor rancio, pues quitémonos ese sabor y que la gente descubra que hay un sabor no rancio sino vivo, de personas que entregan su vida. La Iglesia formó parte del paisaje en lo bueno y en lo malo. Todos tenemos que romper clichés. Hace más ruido una teja que se rompe que una teja que se pone.

francisco j. prieto fernández vicario de nueva evangelización