«Aquella noche se reconoció el trabajo de una generación»

Mario Beramendi Álvarez
Mario beramendi DOLORES VILLARINO

OURENSE CIUDAD

10 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

la de aquel año

E n aquella habitación de hotel ya no cabía nadie. Pero en una esquina, callado, sin levantar la vista de la pantalla del portátil, había un hombre sentado, con barba recortada, gafas y poco pelo. Mientras Touriño daba vueltas, arropado por su familia y sus colaboradores, aquel hombre movía el ratón con la yema de su dedo, con la solemnidad de quien está a punto de hallar una revelación. Ni una palabra. Hasta que cerró el portátil, se levantó y dijo:

-«Como mañana tengo que madrugar, me marcho. Pero que sepas, Emilio, que ya eres presidente»...

-«¿Cómo que soy presidente»?, preguntó Touriño.

-«Sí, la emigración ya no va a influir».

Todo el mundo miró a aquella persona con el convencimiento de que lo que decía iba a misa. Dolores Villarino, allí presente, nunca olvidará aquella escena. Así que aquel hombre cogió la puerta y se fue. Era Rodolfo Ares, exconsejero de Interior del Gobierno vasco, natural de Ourense, que había pasado por aquel camerino electoral con la seguridad de un notario. «Aquella noche -precisa Villarino- la recuerdo como el reconocimiento al trabajo de una generación». Touriño alzaba los brazos para inmortalizar el fin de la era Fraga. Una inmensa alegría, pero que solo duró cuatro años.

17?.?06?.?2005

Expresidenta del Parlamento.