Soldado y atleta, Antonio Madriñán logró recorrer, sin perder la sonrisa, 7.000 kilómetros y recaudar 20.000 euros en pruebas solidarias en el 2011
16 jul 2012 . Actualizado a las 06:00 h.Soldado y atleta, logró recorrer, sin perder la sonrisa, 7.000 kilómetros y recaudar 20.000 euros en pruebas solidarias en el 2011. Quienes conocen desde pequeño a Antonio Madriñán (Ourense, 1982) siempre lo recuerdan con una sonrisa en el rostro. Recién entrado en la treintena, ni la ha perdido ni piensa hacerlo. Para ello no se le ha ocurrido mejor receta que hacerse ultrafondista. «Un día me puse a correr a lo Forrest Gump y ya no pude parar nunca», asegura. No es ningún farol, ya que este soldado de la Brilat, destinado en Avilés, tiene un kilometraje al año que no realizan muchos coches: 7.000 en el último año. No corre por correr, sino por el afán de superarse y de ayudar. También para hacer amigos: «En las carreras de ultrafondo no vas tan rápido como en otras y te da tiempo a charlar y conocer a gente». Durante el 2011 ha recaudado unos 20.000 euros para fines solidarios a base de quemar zapatilla. No siempre fue así. «La primera vez no recaudé ni un solo euro», recuerda.
A su actividad deportiva hay que sumar la profesional. Madriñán pasa de atleta a soldado con la misma facilidad con la que hace kilómetros en sus retos solidarios. En la Brilat se encarga de las telecomunicaciones: «Mis jefes y compañeros lo viven con más emoción que yo. Sienten cierta admiración por lo que hago y cómo lo hago».
En su rutina diaria Madriñán incluye un largo entrenamiento a primera hora de la mañana antes de ir al cuartel: «Las tardes me gusta tenerlas libres para disfrutar de la vida con los míos». Su próximo reto será en Avilés a finales de agosto. Si el cuerpo aguanta, dará vueltas sin parar a una pista durante 48 horas. Prevé hacer unos 250 kilómetros con apenas un parón para dormir un par de horas. Todo lo que recaude será para la Fundación Meniños. Si le preguntas por qué lo hace, contesta sin titubear: «Necesito retos para superarme cada día, y si además puedo ayudar a los demás, mucho mejor».
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