El Liceo se convirtió en la tarde de ayer en punto de encuentro para los amigos, familiares y admiradores de Xaime Quessada (Ourense, 1937 - 2007) y Xaime Quesada Blanco (Ourense, 1975 - 2006), que se reunieron como cada año desde el fallecimiento del primero para recordar a los dos artistas. Gonzalo Iglesias Sueiro definió a Xaime Quessada como un «sabio intemporal» y recordó que el artista y escritor se autocalificaba como «artista inmortal». El profesor y crítico de arte Limia Gardón fue el encargado de realizar la semblanza desde el punto de vista académico y Méndez Ferrín y Buciños lo hicieron desde su condición de amigo desde la infancia, el primero, y compañero de movimiento artístico -Os Artistiñas vinculados a O Volter- el segundo.
La cita en el Liceo de Ourense reunió a muchas caras conocidas. Entre otros al niño que jugaba con el artista y que quedó inmortalizado en la escultura junto a La Viuda, donde compraban los cromos, y hoy es presidente de la Real Academia Galega, Xosé Luis Méndez Ferrín, y a Camilo Ocampo, Alberto Fidalgo, Acisclo Manzano, Manuel Peña Rey, Francisco González, Alexandro, Buciños, Chema Dapena, Vázquez Monxardín, Miguel Pérez de Juan, Chesi, Santiago Lamas, Juan y Emilio Fonseca Moretón, Rogelio Martínez, Antonio Rodríguez, Francisco Nóvoa, José Luis Bóveda, José Jaime Vázquez, Francisco Rodríguez, Ana Garrido, José Araújo y Miguel Ángel Santalices Vieira, responsable de la Fundación Quessada.