31 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Fue hace 30 años cuando votamos el 2º Estatuto de Galicia. Don Luis Taboada fue el primero en votar (caballeroso él, le cedió el lugar a Mari Carmen, que ella no aceptó). Llevaba esperando mucho tiempo. Madrugamos para votar; teníamos prisa y ganas pues Ourense lo necesitaba. Don Luis era un referente de la libertad, la igualdad y la fraternidad por eso nunca fue en una lista electoral; para ser elegible se requieren otras condiciones. Vale todo menos tener ideología. 30 años después, el desencanto es monumental. ¿Falló el sistema? No, fallaron las personas. La democracia sigue siendo el único modo válido; no hay otro. Los trepas, crispados con mala baba, lumpen, se apropiaron de las listas, las cerraron, las prostituyeron; fueron descaradamente a por el jornal, el trinque, con un nuevo ideal: ¡Todo por la pasta! Perdimos progreso, ganamos burócratas. Los ourensanos, faltan 100.000, seguimos ahí; cada vez menos, cada vez más viejos, más subsidiados, sin jóvenes, sin recambio, sin norte. Doy mi opinión y acepto, por anticipado, otra que sea mejor; democracia obliga. Desde el recuerdo y el ejemplo de Don Luis, recuperemos el cabreo y exijamos a los políticos capacidad, decencia y fecha de caducidad. Burócrata-capitalistas, no. Las ideas de Don Luis, sí, por supuesto.