Cientos de manos para curar la ría

La Voz

OURENSE CIUDAD

Una mañana de limpieza de los fondos marinos dio para sacar 11.000 kilos de basura; desde neumáticos hasta motores, cedés y una cabina de teléfono

19 oct 2009 . Actualizado a las 12:13 h.

A la una del mediodía, con el sol picando en Curuxeiras, cerca de doscientas manos se afanaban en distintas tareas con un único objetivo: hacer otra cura de urgencia a la ría y limpiar sus fondos marinos. Un centenar de personas -desde voluntarios a buceadores especializados pasando por mariscadores de Ferrol, Barallobre y Mugardos- se aplicaban en recoger y separar para su reciclaje la gran cantidad de basura que iba llegando al muelle.

Finalizada la tarea, que se desarrolló desde las 10.00 hasta las 16.00 horas, se contabilizaron un total de 11.000 kilos de residuos. Entre ellos, estrambóticos ejemplos de nulo respeto por el medio. Cuatro contenedores se utilizaron para ir depositando aparejos de pesca; nasas; botellas de vidrio; móviles; cedés; neumáticos de grandes dimensiones; un motor; una antigua cabina telefónica...

Todo fue canalizado posteriormente a gestores de residuos autorizados. Tal y como indicó José Luis Rodríguez, integrante de la Asociación de Armadores de Artes Menores de Galicia (Asoar-Armega) -organizadora de la iniciativa junto a la asociación de buceo medioambiental Sanmartiño de Ferrol- «faise unha doble tarefa, por unha parte quítase o escombro da ría e, por outro, ímolo separando xa no peirao para a súa reciclaxe».

En la iniciativa colaboraron también la cooperativa Longueirón de Fisterra; el club medioambiental Neptuno; el Club do Mar de Ferrol; la Cemma y la Sociedade Galega de Historia Natural. José Luis Rodríguez lamentó que «non nos axudou o Concello, pese a que llo pedimos en varias ocasións».

Arrimaron el hombro particulares que ataviados con buzos blancos -la imagen evocaba la marea humana que provocó el Prestige- ayudaban en el desembarco de la basura. Uno de ellos, Óscar Blanco, se desplazó desde Ourense para participar «por primera vez» en la iniciativa. Fue claro: «Estoy sorprendido con la cantidad de porquería que se quita a pesar de que el radio de acción de los submarinistas es pequeño». Prometió «repetir».

Los más pequeños

El objetivo de la jornada no solo fue ir despejando fondos marinos. También concienciar a los más pequeños. Para ello, niñas y niños se encargaban de identificar las especies que llegaban con los residuos -mejillones, estrellas de mar...-, limpiarlas con un cepillo de dientes y depositarlas en acuarios. Luego, también se ocuparon de que todos los ejemplares fueran devueltos al agua convenientemente.