El 47% de árboles que ardieron en el 2006 eran eucaliptos, y el 45%, pinos

Xavier Lombardero REDACCIÓN

OURENSE CIUDAD

El gorgojo afecta a 3.000 hectáreas de eucaliptales y es imprescindible cambiar de plantación Especies frondosas como el carballo y el abedul avanzan, en cambio, al menguar la presión humana

21 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

Menguan los eucaliptales a causa del insecto que se come las hojas, retroceden los pinares en Ourense y sur de Pontevedra por los incendios, y avanzan las frondosas en todo el territorio. Son conclusiones -a la espera de resultados del cuarto inventario forestal nacional- de la Asociación Forestal de Galicia (AFG). En el Consello Forestal de Galicia y en la Mesa da Madeira también manejan datos de las especies más afectadas por el fuego en 2006 que avalarían esa tendencia: un 47% de la masa forestal quemada eran Eucaliptus globulus; el 42%, Pinus pinaster; el 3,2%, Pinus radiada, y el 8,8%, frondosas caducifolias. Francisco Dans, director de la AFG, dice que la superficie de eucalipto, de importancia económica crucial, disminuye porque la plaga del Gonipterus scutellatus obliga a los propietarios a cambiar de especies. Los daños van desde un 25% de merma en el crecimiento, hasta la pérdida total de los árboles. Causó graves daños en O Morrazo, donde incluso se necesitó tratamiento químico previo antes de soltar las avispas que parasitan y controlan el gorgojo, pero está presente en todo el arco costero. «Ata hai dous anos tiñamos datos periódicos, agora non, e vemos que en determinados lugares os danos son tremendos, seguramente influidos polo clima e a calidade do solo», señala Dans. La AFG pidió una comisión de sanidad y datos oficiales sobre la plaga. La debilidad de los eucaliptos afectados por la sequía y baja calidad del suelo donde se plantaron, o la inadaptación de las avispillas en zonas frías o expuestas al viento, se apuntan como causas de la expansión. Un 1% afectado La Consellería de Medio Rural evaluará la próxima semana el informe sobre la incidencia del gorgojo para introducir los huevos parasitados con Anaphens nitens que controlarán la plaga. El director de la estación fitopatológica de O Arieiro, Pedro Mansilla, dice que tras detectarse el insecto en Lourizán, a principios de los noventa, «está bastante controlado y en los últimos cinco o seis años se estabilizó; el control total no se va a conseguir, habrá más o menos y tendremos que convivir con él». La dispersión del goniptero es amplia, pero asegura que de las 300.000 hectáreas de eucaliptales gallegos, hay 3.000 afectadas y el resto están bien. Cree que, cuando las condiciones forestales lo aconsejen, debe cambiarse de plantación. Asimismo, Mansilla dice que el repunte de procesionaria del pino habrá que tratarlo. La Asociación Forestal de Galicia resalta la pérdida de pinares en el sur de Galicia a causa de los incendios. «En cambio os carballos e bidueiros, especies moi colonizadoras, están gañando terreo en superficies abandonadas ou mediante a rexeneración natural do monte baixo», explica Dans.