Tres generaciones han optado por el fútbol como práctica deportiva
05 abr 2006 . Actualizado a las 07:00 h.Hay quien afirma que el fútbol se lleva en los genes. Esto puede aplicarse a la familia Cabanelas. Tres generaciones: padre, hijo y nieto han optado por el fútbol como práctica deportiva. A finales de los 40 y principios de los 50 despuntó en el fútbol comarcal José Rodríguez Cabanelas, un espigado central, que tantas tardes de gloria dio al Club Lemos. Después de su paso por C.D. Ourense, este mítico futbolista se enroló en el proyecto del equipo de su ciudad. Los aficionados que le vieron jugar le recuerdan como un defensa muy aguerrido, fuerte y expeditivo, es decir el típico central, a la vieja usanza, puesto que en el fútbol de la época los técnicos optaban por jugar con sólo dos defensas. Su hijo, José María, hasta hace pocos meses secretario técnico del Lemos siguió sus pasos. «El fútbol me lo inculcó mi padre, porque hablaba mucho en casa de los partidos y, sobre todo me hacía mucha ilusión poder seguir sus pasos. Si bien empecé a competir como mediocampista, luego me reconvertí en lateral y en central, que era el puesto que más me gustaba. La verdad es que seguimos caminos paralelos y mi padre siempre lo tuve como mi ídolo», apuntó. A la hora de establecer comparaciones, José María afirma que se parece a su padre en las ganas y en la fuerza con las que encaraba los encuentros que jugó en equipos como Calasancio, Sarriana y, sobre todo Lemos, del que fue su gran capitán y con el que certificó una de sus mejores campaña de la historia: la tercera plaza en la Tercera División. Lo que más lamenta José María es que su padre no le haya podido ver en acción como futbolista del Lemos. «Cuando yo jugué, él vivía, pero su enfermedad le impidió poderme ver jugar en su equipo, que era una de las ilusiones que tenía», dijo. Continuidad A los 33 años, José María abandonó la práctica del fútbol, pero en una década ya encontró a su sustituto, Sergio, nieto de José Rodríguez Cabanelas. «Le gustó siempre el fútbol y después de empezar en el colegio, desde hace año y medio compite con el Calasancio. Desde el primer momento optó por la portería. Aunque en muchas ocasiones hablamos de fútbol, no le presiono nunca», comentó. A la hora de definirlo, José María reconoce que Sergio tiene cualidades. «Él tiene mucha ilusión en el trabajo que hace. Me gustaría que jugara algún día en el Lemos. Estoy satisfecho de que practique deporte, porque lo considero algo importante para la formación integral del niño», aseveró. Sergio es ágil, seguro, con mucha personalidad y un portero, que sobre todo tiene muchas ganas de aprender. «Tiene mucho futuro, porque es muy receptivo a todas las consignas que le damos en los entrenamientos de la semana», comentó Nacho.