Una asociación católica recupera el monasterio de San Antonio de Vilariño

Monica Torres
M. Torres BAIONA

OURENSE CIUDAD

M. MORALEJO

El obispado cedió el convento a la organización para llevar a cabo sus actividades

28 may 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

El monasterio de San Antonio de Vilariño está a punto de recobrar todo su esplendor gracias al trabajo voluntario de los miembros de la asociación San Miguel Arcángel. Una comunidad portuguesa de Padres Franciscanos habitó durante casi un siglo este convento. El regreso de los religiosos a su país de origen hace seis años debido a la falta de vocaciones no ha significado que el inmueble se haya quedado abandonado. El Obispado lo compró, inició unas obras de ampliación y, recientemente, lo ha cedido a la agrupación . Esta organización fue fundada en el año 97 en Mougás por Miguel Rosendo y posee más de 200 integrantes repartidos por todo el área metropolitana y por diferentes localidades de la península. Su imagen dio la vuelta al mundo cuando en enero las cámaras de televisión captaron imágenes de una de sus representaciones ante el hospital en el que se encontraba internado el Juan Pablo II. La asociación está compuesta por laicos de todas las edades, muchos son padres con hijos, comprometidos con la labor de la Iglesia. Ahora invierten todo su tiempo libre en la rehabilitación del monasterio. No cuentan con ningún tipo de subvención, sólo su trabajo y la ayuda desinteresada de algunas empresas. No les falta mano de obra especializada, ya que entre sus filas hay arquitectos, albañiles, fontaneros, electricistas y más voluntarios dispuestos a arrimar el hombro. Los fines de semana son los días que más tiempo dedican a este trabajo. Por el momento las obras van con cierta lentitud, puesto que también están trabajando en la reforma de la casa parroquial de La Manchica, que constituirá su sede social en Ourense. «Una vez terminemos nuestro allí, le daremos un impulso definitivo a la reforma del monasterio», comenta Loli, una activa integrante.