El pimiento blanco de Oímbra

María G. Martí FIRMA INVITADA

OÍMBRA

Una de las últimas ediciones de la Feira do Pemento de Oímbra
Una de las últimas ediciones de la Feira do Pemento de Oímbra Santi M. Amil

María G. Martí, especialista en cultivos hortícolas habla del emblemático producto ourensano

26 jul 2022 . Actualizado a las 18:40 h.

Una de las actividades campestres más satisfactorias del verano es la recolección de los cultivos que se sembraron durante los meses de primavera. Tomates, judías, pepinos y calabacines son algunas de las cosechas que ahora llenan los fruteros del noroeste del país, pero, si hay una hortaliza que destaca en los fogones durante esta época, esta es el pimiento de temporada. Más del 75 % de la producción de pimiento en Galicia corresponde a variedades autóctonas que se producen exclusivamente en sus zonas de origen. El resto, en cambio, son variedades comerciales con un cultivo más extendido por toda la geografía de la región.

El pimiento llegó a España en el siglo XV de mano de los colonizadores que creyeron que podía sustituir a la carísima pimienta de Oriente. Un siglo después, el botánico

Nicolás Monarde, describía esta planta como excelente para la cocina y la medicina, y añadía: «No hay jardín, ni huerta, ni macetón que no la tenga sembrada por la hermosura del fruto que lleva». Los monjes que volvían de las misiones andinas lo introdujeron en Galicia y su cultivo se fue extendiendo, desde los monasterios hacia el resto de la comunidad, hasta convertirse en un producto imprescindible de la dieta gallega.

La domesticación de estas especies vegetales y la selección de caracteres deseables para su consumo permitió el desarrollo de distintas variedades que, hoy en día, difieren tanto su aspecto físico como su sabor, llegando a ser tan peculiares y diferentes como el pimiento blanco de Oímbra. Pero, ¿qué hace que este pimiento sea tan especial? El pimiento blanco de Oímbra forma parte del grupo de pimientos con IGP (Indicación Geográfica Protegida), por lo que las parcelas que lo cultivan deben estar adscritas al correspondiente registro. Su tamaño varía entre los 100 y 200 gramos, y presenta una forma cónica alargada que termina en una punta redondeada. Son carnosos, no pican y tienen un sabor dulce, sin embargo, lo más distintivo de estos pimientos es su color verde claro amarillento, que delata el punto óptimo para su consumo.

Las montañas que rodean la comarca de Verín crean un microclima perfecto para el cultivo de esta hortaliza, que concentra su producción en un pequeño sector de la

vega del río Támega delimitado por los lechos de Aberta Nova y el Pontón. Además, los suelos de la zona son franco-limosos con un alto contenido de materia orgánica, lo que reúne unas condiciones edafológicas idóneas para el desarrollo vegetal de esta variedad.

En estos últimos años, el pimiento blanco de Oímbra está conquistando el mercado hortícola gallego y es una incuestionable seña de identidad de este territorio.

El período de comercialización comprende los meses de verano entre junio y agosto, y están sujetos a una cuidadosa selección con el fin de expender un producto de calidad superior.

Como es tradición desde 1998, el primer domingo de agosto volverá a celebrarse en Oímbra la Feira do Pemento, una fiesta de interés turístico gallego que tiene como finalidad la exaltación gastronómica de este producto. El evento reúne actuaciones, expositores de maquinaria agrícola y productos del campo, venta de artículos artesanos y, como no, la degustación del protagonista de la celebración: el pimiento blanco de Oímbra. No hay mejor plan estival que saborear los frutos de nuestra tierra.

María G. Martí es doctora en Ciencias de la Salud y está especializada en cultivos hortícolas. Es directora de calidad de Hortícolas Galegas