Dos de los tres incendios de Oímbra están apagados y sigue activo el de Vilariño de Conso

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE

OÍMBRA

Alejandro Camba

El fuego que afecta al parque natural de O Invernadeiro ha quemado 6.500 hectáreas

25 jul 2022 . Actualizado a las 20:55 h.

Después de una semana de intenso trabajo por parte de los equipos de extinción, dos de los tres incendios forestales que afectaban al municipio ourensano de Oímbra está ya extinguido. La Consellería de Medio Rural ha informado de que ya se han dado por finalizadas las labores de extinción en los focos de Videferre y San Cibrao. Según las últimas estimaciones estos incendios, que entraron desde Portugal empujados por los fuertes vientos, calcinaron en total 1.400 hectáreas. Todavía no está apagado, pero la Xunta lo considera controlado, el foco de Rabal (2.100 hectáreas), donde ya no existe peligro para las poblaciones y los trabajos se centran en mantener húmedas las zonas calcinadas y evitar que haya rebrotes. 

El incendio que se inició en Riodolas, en Carballeda de Valdeorras, en la noche del 14 de julio y que ha arrasado 10.500 hectáreas, obligando a desalojar aldeas enteras y calcinando decenas de viviendas, quedaba por fin estabilizado este domingo. Se propagó a O Barco, a Rubiá y también a León. Sigue preocupando, no obstante, la situación en Vilariño de Conso. Durante la jornada del sábado y domingo los efectivos de extinción, de los que forman parte unidades de la BRIF de Laza, realizaron contrafuegos para frenar el avance de las llamas que persisten en el parque natural de O Invernadeiro. Este incendio ha consumido ya 6.500 hectáreas y en él trabajan 134 brigadas, apoyadas desde el aire por nueve aviones y quince helicóptero. Aunque no hay estimaciones oficiales, se cree que las llamas han afectado a la mitad del parque natural, considerado uno de los refugios de biodiversidad más importantes de Galicia.

En Quereño los medios de extinción siguen muy pendiente de la evolución del fuego, que se reavivó en la tarde del jueves pero pudo ser controlado a las pocas horas
En Quereño los medios de extinción siguen muy pendiente de la evolución del fuego, que se reavivó en la tarde del jueves pero pudo ser controlado a las pocas horas ALEJANDRO CAMBA

«Empezamos a estar un poco tranquilos, aunque aún no podemos confiarnos del todo», ha explicado este domingo Elías Rodríguez, alcalde de Rubiá. En las últimas horas los vecinos afectados por los desalojos han regresado a sus casas pero en la zona sigue un amplio despliegue de medios para controlar los perímetros y las últimas zonas en las que hubo fuego, como Quereño. «Ha sido algo terrible» admite el regidor, que advierte que nunca había visto un fuego tan virulento como el que ha afectado al municipio estos días. «Aquí estamos acostumbrados a los incendios, por desgracia, pero como este, que ha afectado tanto a las casas, no habíamos visto ninguno», señala.

En el municipio también se ha realojado a quienes han perdido sus hogares, que se están reubicando en los de otros vecinos o en segundas residencias. «Todo el mundo se está volcando con ellos», asegura el alcalde.