Con los pies en la viña

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OÍMBRA

Agostiño Iglesias

Isabel Alonso, natural de Oímbra, fue la primera mujer viticultora registrada en la D.O. Monterrei

10 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Isabel Alonso nació en 1932 en Oímbra, en una familia en la que siempre se vivió de la viticultura. Recuerda que siendo tan solo una niña ya ayudaba a recoger las uvas y a cuidar las vides. Cogió las riendas de su casa con 15 años, cuando su madre falleció de tétanos. Luego se casó también con un viticultor. «Foi o mellor home que coñecín», dice. Trabajo, esfuerzo y dedicación son las palabras que más repite Isabel mientras repasa su vida. «Antes o viño vendimábase cos pés. O traballo era moito máis tradicional e sacrificado e ademais os homes antes non axudaban en nada na casa. Menos mal que iso cambiou», dice. Tiene tres hijos, Arturo, Ángel y Sara, que a estas alturas ya le han regalado cuatro nietos y dos bisnietos. Además de viñas, tenía plantaciones de manzanas y también de tabaco. «Antes o campo daba para comer, agora estase perdendo o rural», afirma.

Isabel se considera una hierba fuerte, es una mujer luchadora, en cuyos huesos se notan las consecuencias del esfuerzo invertido en el campo. «Penso que foi demasiado traballo e como para min, para moitas outras mulleres», explica. Su memoria está intacta y es capaz de recordar todos los detalles del día en que se casó, entre otros muchos momentos. Ella fue la primera mujer en registrarse como viticultora en la Denominación de Origen Monterrei y por eso este año la comarca ha decidido homenajearla. Isabel es la protagonista de un enorme mural realizado por el artista Joseba Muruzábal en toda la fachada de un edificio situado en la calle Irmáns Moreno, en Verín. «Non o cría, ao velo alucinei. Sinto que non o merezo», admite. Ahora dice que no hace nada y que es lo que le apetece. «Ata teño quen me limpe a casa», afirma, entre risas. Sale a pasear, disfruta del campo y de los suyos, o juega la partida a la brisca cuando el covid se lo permite. No le gusta nada perder, no podía ser de otra manera. Afirma que fue y que es muy feliz. Y lo que le queda.