Turistas

Rubén Nóvoa Pérez
Rubén Nóvoa DESDE MI BARRIO

O PEREIRO DE AGUIAR

19 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ourense da pasos para cazar a los turistas. Es cierto que la mayoría de ellos llegan desde la iniciativa privada. Tenemos un ejemplo reciente de inversores venezolanos que apuestan por Ourense para rehabilitar un pazo en O Pereiro de Aguiar y dos edificios en el centro de la ciudad para crear un espacio para eventos y apartamentos turísticos. Hay otras propuestas similares que también cuajan o están camino de hacerlo. No hay dudas de que la puesta en servicio de la línea de alta velocidad entre Galicia y Madrid ha cambiado el paradigma turístico. Estar en Ourense en dos horas y cuarto desde la capital de España es un gran avance que ya muchos viajeros aprovechan para desconectar en tierras ourensanas durante un fin de semana. Cogerse un AVE un viernes por la tarde o un sábado por la mañana y regresar el domingo es factible y atractivo. También a la inversa, pero esa es otra historia. Es una pena que este maná turístico no se esté todavía canalizando como debiera. Faltan infraestructuras para mimar a esos viajeros. Por ejemplo, no es de recibo que quienes llegan a Ourense se encuentran con una explanada donde coger los taxis sin un sitio para resguardarse del frío en invierno o del calor sofocante en verano. También son mejorables las conexiones en buses. No hablemos ya de la ausencia de un hotel balneario en la ciudad o el retraso que lleva la reconstrucción de A Chavasqueira. Ourense es un destino fantástico para pasar un fin de semana, pero no debemos quedarnos ahí. El potencial es suficiente en la provincia para que los viajeros se queden más días. Solo hace falta impulsar de verdad el sector.