Los clientes de un bar le quitaron las llaves al dueño de un coche al verlo borracho y dispuesto a conducir

La Voz OURENSE / LA VOZ

O PEREIRO DE AGUIAR

La fiscalía lo acusa de dos delitos contra la seguridad del tráfico y otro más de atentando por amenazar a los guardias

09 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La siempre elogiable colaboración ciudadana resultó determinante para que M. V. S., de 39 años, fuese identificado, y detenido el pasado 19 de abril, fecha en la que la intervención de los clientes de un bar impidió que aquel pudiera volver a ponerse al volante, al advertir que no se encontraban en condiciones de conducir a causa de la bebida. El caso llegó ayer a juicio. El implicado se enfrenta a una acusación por dos delitos contra la seguridad del tráfico, el primero por conducir bajo los efectos del alcohol, según la impresión de los agentes de la Guardia Civil que intervinieron, el segundo por negarse a realizar la prueba de alcoholemia, y un tercero de atentado, por haberse enfrentado a los funcionarios, a quienes, según el ministerio público, también agredió aquel día.

La acusación sostiene que sobre las seis menos veinte de la tarde observaron varios vecinos cómo un conductor derrapaba con su forma de forma continuada cuando circulaba por una carretera que conduce a Cortiñas, en Pereiro de Aguiar. El conductor del Altea entró en un bar, en Loñoá. Dejó clara su intención de volver a su coche para continuar la marcha. Fue entonces cuando, según indica la fiscalía, algunas personas que se encontraban en el local «procedieron a sacarle las llaves del mismo y a dar aviso a la Guardia Civil de lo que estaba sucediendo».

Apreciaron los agentes, instantes después, síntomas que apuntaban a un consumo previo de bebidas alcohólicas, por lo que le pidieron que hiciera una prueba. No solo se negó, sino que reaccionó de forma agresiva y violenta hacia los guardias, de acuerdo con la tesis que mantiene el ministerio público. Los amenazó.

La acusación propone multa de 1.440 euros por un primer delito contra el tráfico por conducción bajo la influencia alcohol, con dos años sin carné; seis meses de prisión, con año y medio más sin carné, por negarse a una prueba de alcoholemia, y diez meses de prisión por atentado.

Positivo tras una colisión

Quien también fue juzgado ayer como presunto autor de un delito contra la seguridad del tráfico es A. J. G. C. a quien una patrulla de la Policía Local de Ourense identificó tras sufrir un accidente en el barrio de Covadonga a primera hora de la noche del 27 de abril del 2016. Había consumido alcohol y se estampó contra la parte trasera de otro coche. Invitado a hacer una prueba de alcoholemia, superó con creces la tasa máxima permitida y llegó hasta 1,33 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

La petición de condena que plantea la fiscalía es de cinco meses de prisión y cuatro años de privación del período de conducir, lo cual, de aceptar el juez la petición, supondría para el acusado la pérdida de vigencia del permiso. La perjudicada no reclama, por lo que tampoco la fiscalía solicita cantidad alguna como responsabilidad civil.