La regularización catastral hace aflorar miles de inmuebles ocultos en Ourense

Maite Rodríguez Vázquez
MAITE RODRÍGUEZ OURENSE / AGENCIA

O PEREIRO DE AGUIAR

Solo en Pereiro de Aguiar se remitieron 1.100 notificaciones por cambios no registrados

15 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los concellos de la provincia de Ourense están siendo sometidos, al igual que en todo el territorio nacional, a un proceso de regularización catastral para poner al día los inmuebles que no están registrados. A pesar del temor o el recelo que suelen despertar este tipo de procedimientos, por suponer que van a implicar una mayor carga impositiva, desde el Ministerio de Hacienda precisan que se trata de una regularización que no implica una revisión de los valores catastrales, sino que los inmuebles se siguen valorando con las tasas que están vigentes en cada municipio.

Es decir, el valor catastral seguirá siendo el mismo si no ha habido modificaciones y, si las hay, subirá si lo añadido o construido sí cambia el valor de base sobre el que los ayuntamientos aplican sus impuestos de bienes inmuebles, conocido como la contribución urbana o rústica.

Es un proceso que arrancó a finales del año 2013 y continúa abierto hasta el 2016. Según los datos del Ministerio, sobre cinco municipios con datos ya cerrados, en la provincia de Ourense se han regularizado 3.687 inmuebles, lo que supone algo más de siete de cada cien bienes comprobados. La gran mayoría, pues, de las propiedades estaban correctamente declaradas ante el catastro. Y es que este repaso al estado de los inmuebles tiene que ver con la lucha contra el fraude fiscal. El catastro inmobiliario es un registro obligatorio y debe describir con exactitud las características de los inmuebles en la realidad.

A fecha de diciembre de 2014 según los datos de Hacienda, de los 3.687 inmuebles que esta regularización ha hecho aflorar en la provincia de Ourense, se trata de nuevas construcciones que no habían sido declaradas anteriormente en un 47 % de las cotejadas. En un tercio de los casos, fueron ampliaciones o rehabilitaciones de los inmuebles. En un 17 % de las propiedades inmobiliarias ahora incorporadas al catastro se descubrieron reformas para cambios de uso o rehabilitaciones integrales y en tres de cada cien se trataba de añadir piscinas de obra no declaradas. Son añadidos que subirán la propiedad del inmueble, pero no otros elementos como un garaje o un galpón, que no pagan catastro, pero sí deben figurar en el padrón de la contribución urbana.

Verín y Pereiro

Muchos de estos inmuebles afloraron en el municipio de Verín, uno en los que ya terminó el proceso, y también en Pereiro de Aguiar han aparecido más de un millar de modificaciones. Según fuentes municipales, en este concello del cinturón de la capital en el que hubo también una explosión urbanística, se han recibido 1.100 notificaciones tras la visita de las empresas contratadas por el Catastro para esta actualización. No quiere decir que todas vayan a ser definitivas, pues, después de la visita, se cotejan los datos y hay un plazo de alegaciones para que los propietarios puedan presentar su respuesta si no están conformes con lo registrado.

Según los datos de Hacienda, esta regularización supondrá un incremento en el recibo de 138 euros de media. Según fuentes del ministerio, los propietarios estaban pagando menos de los que les correspondería. En algunos casos, han tenido que pagar los atrasos correspondientes a años anteriores. En estas liquidaciones por ejercicios pasados, el importe medio ha sido de 280 euros, según las mismas fuentes. En todos los casos, a los contribuyentes a los que se les ha regularizado su inmueble deben pagar una tasa de sesenta euros para financiar este plan. No se aplican sanciones, según Hacienda.

Algunos concellos se plantean bajar el IBI si esta actualización les reporta más ingresos

José Antonio Pérez Cortes, alcalde de Quintela de Leirado, afirma que en su concello se plantearán si bajar el tipo impositivo del IBI (impuesto de bienes inmuebles) una vez se conozca el resultado de la regularización catastral en su municipio. La intención sería reducirlo, dice, en una décima si fuese posible. Actualmente cobran un 0,6 de tipo, en la media de la mayoría de los concellos ourensanos. Como presidente de la Mancomunidad Terra de Celanova -organismo que gestiona la recaudación de la mayoría de municipios de esta comarca- Pérez Cortés apunta: «O IBI é un dos impostos máis seguros, págase nun 99 %. Non é como os dos coches ou do lixo, que andan por un 80 %».

En Muíños, calculan que esta regularización supondrá un incremento de un 30 % del valor catastral de algunos inmuebles. En este municipio, según explicó el alcalde, Plácido Álvarez, decidieron bajar el tipo al 0,5 % , una décima menos del que tenían estipulado, con lo que en un recibo de cien euros, el ahorro será de unos veinte euros.

Los concellos en todo caso están limitados en estos movimientos en función del año en que se hiciese la valorización catastral vigente.

En O Carballiño, explica el teniente alcalde, Adolfo Nogueira, también han aflorado «bastantes propiedades que no aparecían». En este municipio, tienen que mantener el tipo al 0,6 % debido al plan de ajuste al que está sometido el Concello por parte de Hacienda y que le impide bajar de ese porcentaje mínimo. Nogueira asegura que no están dispuestos a subirlo.

Para Hacienda, es una lucha contra una modalidad de fraude inmobiliario, no un catastrazo

Además de ser uno de los impuestos de cobro más seguro, el IBI es uno de los tributos que más ingresos genera a los ayuntamientos. Por ejemplo, en el Concello de O Barco han recaudado por este concepto hasta octubre 2.149.000 euros de los 2.650.000 que tenían presupuestados por la contribución urbana, informa María Cobas. La contribución rústica es, en cambio, casi simbólica por lo que representa para las arcas municipales. En el mismo concello barquense, llevaban recaudados hasta octubre 1.715 euros. Solo se cobran por las fincas más grandes. En Ribadavia, además del rústico y urbana, tienen un tipo de 1,3 % establecido para la superficie ocupada por los embalses.

Es lo que está en manos de los concellos, mover o no ligeramente el tipo impositivo. La regularización catastral que se sigue realizando en la provincia tiene como finalidad que todos paguen por lo que tienen, sin hacer incrementos o mejoras en sus inmuebles que queden ocultos a la fiscalización. A lo largo del 2014 se realizaron las visitas a concellos como Allariz, Baños de Molgas, Verín, Lobeira, Rairiz de Veiga, O Pereiro de Aguiar o Xinzo de Limia. Durante este año se pusieron en marcha los de Calvos de Randín, Carballeda de Avia, Coles, Montederramo, Muíños, A Peroxa, Celanova, Maceda, O Carballiño o Quintela de Leirado, entre otros. El proceso ha generado cierta confusión por entender que se subiría el valor catastral de las propiedades, el temido catastrazo, algo que en la mayoría de los casos no ocurrirá.

Para el Estado, que el titular de una propiedad no la declare de forma completa es una modalidad de fraude. Son inmuebles que disfrutan de los servicios públicos que el resto de vecinos que sí pagan por todo. El plan no multa por obras ilegales.