Manuel Penedo, que estuvo al frente del municipio durante 32 años, fue enterrado en San Pedro de Dadín
05 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Después de 32 años revalidando la confianza de sus vecinos en cada nuevo mandato, no es de extrañar que para el concello de O Irixo, Manuel Penedo (1959-2019) se haya convertido en el eterno alcalde del municipio. Con tan solo 28 años asumió la responsabilidad de dirigir su pueblo natal, lo hizo en el grupo de Centristas de Galicia, aunque tardó poco en cambiarse al Partido Popular, donde desarrolló la mayor parte de su carrera política. Dicen los que lo conocieron que su forma de gobernar era pareja a su manera de ser: conciliador, cercano y discreto. Cualidades que le han acompañado a lo largo de su vida y de su profesión. Tras una larga temporada luchando contra la enfermedad, Penedo falleció este viernes por la mañana en el lugar al que siempre estará ligado, O Irixo.
Su pueblo lo despidió ayer con una ceremonia a la altura de las circunstancias. A la misa, celebrada al aire libre en la Plaza do Concello, acudieron decenas de vecinos llegados de todas partes de la comarca que, en algunos casos sentados o en otros, la mayoría, de pie, dieron el último adiós al regidor entre visibles rostros de dolor y de emoción. No faltaron los gestos de cariño con los familiares y compañeros de Manuel en el Concello.
También estuvieron presentes en la misa funeral multitud de alcaldes de otras localidades, como Francisco Fumega, de O Carballiño; José Manuel Iglesias, de Maside; o José Luis Valladares, de Cea. José Manuel Baltar, presidente de la Diputación de Ourense, quien fue el encargado de hacer pública la noticia este viernes y destacó que se trataba de un político «leal e traballador como poucos», acudió el domingo por la mañana acompañado por su padre y predecesor en el puesto, José Luis Baltar.
Tras el acto litúrgico tuvo lugar el entierro, en un acto menos multitudinario, en la iglesia de San Pedro de Dadín.