Dos policías locales de O Carballiño se arriesgaron entre el humo: «Avisamos puerta por puerta para que no quedara nadie»

Estaban a unos 100 metros, en la misma calle, y cuando llegaron se encontraron un edificio ya lleno de humo e incluso llamas. Sin embargo, los dos agentes de la Policía Local de O Carballiño que estaban de servicio el martes por la tarde no dudaron en arriesgarse para ayudar a salir a los residentes del inmueble, alguno de ellos en una situación que podía ser comprometida. Óscar y Luis, policías locales, se encontraban en la calle Alberto Vilanova, a la altura del número 29, por otra incidencia, un socavón que la riada había producido durante el fin de semana. Eran las cuatro y media de la tarde cuando recibieron del 112 Galicia una alerta por incendio en la misma calle. El aviso era para el número 9 de la calle Alberto Vilanova, a unos cien metros de donde se encontraban.

Fueron los primeros en llegar. «Vimos humo y algo de fuego por una ventana que da a la calle Aller Ulloa, pues el edificio hace esquina. Encontramos a la inquilina del 1ºB —donde se produjo el incendio— desorientada y nerviosa. La bajamos. Yo entré en el piso, de rodillas, agachado y vi que las llamas eran en la habitación del fondo. Cerré esa puerta y comprobé que no había nadie más en la casa», explica Óscar, un agente con 20 años de servicio en O Carballiño. También ayudaron a salir a una señora mayor que vivía en el piso superior colindante con el incendiado. Para entonces las zonas comunes, como la escalera, estaban inundadas de humo, pero los dos policías, agachados, fueron llamando a todas las puertas hasta asegurarse de que no quedaba nadie en el interior. Óscar cree que en el bloque se encontraban unas diez personas, la mayoría salieron por sus propios medios, pero tres o cuatro sí necesitaron ayuda.

Con la llegada de los bomberos y del Grumir, estos se dedicaron a las labores de extinción y los guardias, al control del tráfico. Sin embargo, el tiempo que pasaron en el interior de un edificio tan inundado de humo afectó a los profesionales, que requirieron asistencia de urgencia en el CHUO. Allí les suministraron oxígeno y les hicieron pruebas que salieron bien, por lo que de noche recibieron el alta. Y al día siguiente ya estaban de nuevo trabajando.

Óscar explica que eran conscientes del riesgo, sin embargo «lo primero esa intentar ayudar a la gente con los medios que tenemos para que no haya daños más graves». Desde la Policía Local de O Carballiño se destacaba la valentía de estos dos agentes y que su «actuación foi vital para que non se produciran danos persoais».

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