Un pulpo de 900 kilos aterriza en O Carballiño

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

O CARBALLIÑO

Acisclo Novo posa frente a la escultura
Acisclo Novo posa frente a la escultura Santi M. Amil

El artista Acisclo Novo es el creador de la escultura de bronce que luce en la rotonda de entrada a la villa

18 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Un pulpo ha aterrizado en O Carballiño. O al menos esa era la intención que quería provocar el artista Acisclo Novo cuando comenzó a crear la escultura que desde hace unos días preside la entrada a la villa. Se trata de una pieza de bronce que supera los 900 kilos y los cinco metros de alto, y que está colocada en la rotonda de la N-541. Los inicios de este proyecto se remontan a cuatro años atrás. «Me llamó el alcalde carballiñés para pedirme una escultura. Le dije que sí y luego fuimos limando las características», explica Novo. «Quería hacer un pulpo, pero dándole una vuelta de rosca, que se saliese de lo convencional. Así que poco a poco se me ocurrió la idea de hacerlo de pie, como aterrizando en O Carballiño, como si fuese una especie de alienígena que se planta aquí y se convierte en un tótem de la villa», explica el escultor de Cea. Hizo la pieza en Madrid, en su taller de Torrejón de Ardoz. Tardó cinco meses y medio en terminarla, este agosto, y luego la trajo a O Carballiño con ayuda de un tráiler y de una peana. Porque la escultura está tallada directamente de un bloque. «Luego se despiezó, se fundió por partes, se volvió a soldar y se repasó, para viajar en una sola pieza», comenta su autor.

Se inauguró coincidiendo con la Festa do Pulpo. «Esto es un homenaje al cefalópodo, una representación del icono de este pueblo», apunta Novo. Esta escultura no es la primera obra pública que realiza el artista, que vive a caballo entre Galicia y Madrid. «Creo que este tipo de proyectos son la esencia de nuestro trabajo, porque suponen colocarlo en la calle y que muchísimas personas puedan verlo. Es muy gratificante que el Concello de O Carballiño haya contado conmigo para algo así», admite y también confiesa que él no habría escogido la ubicación donde finalmente luce su obra. «Me habría encantado verla en el centro del pueblo y que la gente tuviese mejor acceso para sacarse fotos con ella. Creo que la dimensión de la pieza se pierde en un espacio tan grande, pero bueno, sin duda es también un lugar emblemático de O Carballiño, su puerta de entrada», termina.