Pero ni así. Ha quedado ahora probado que en los días y semanas posteriores Manuel se quitó el dispositivo, se adentró en la zona de exclusión e incluso se acercó con su coche al lugar del trabajo de la víctima, quien pese a todo accedió hasta en dos ocasiones a irse de viaje con él. Por esos hechos, se le imponen al acusado otros nueve meses y un día de reclusión.