Nos vamos a la B

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

O CARBALLIÑO

Concentración en O Carballiño en repulsa de la agresión a una menor
Concentración en O Carballiño en repulsa de la agresión a una menor Miguel Villar

12 sep 2021 . Actualizado a las 09:49 h.

Cuando el histórico River Plate naufragaba y se asomaba al sumidero de la división de plata del fútbol argentino, los seguidores del equipo millonario repetían en las tertulias radiofónicas una frase que parecía arrastrada por un tango. Nos vamos a la B. Sin heroicidades ni revanchas. Aquel coche y sus ocupantes se dirigían hacia al barranco con velocidad y determinación, pero nada más lejos de Thelma y Louise. Esa sentencia premonitoria de cinco palabras bien puede acompañar también el conglomerado de noticias que han asomado por esta parte del mundo en los últimos tiempos. La historia del obispo independentista que acaba con la escritora de libros eróticos con demonio de por medio. El descubriendo de que lo que parecía una agresión homófoba deleznable era una mentira para tapar miserias de pareja a la que se lanzaron como buitres los del «ya te dije que España es como Afganistán» y los del «seguro que fue una banda de inmigrantes». La terrible historia de los bebés intercambiados por error hace 19 años, con esa pequeña que acaba siendo criada por una abuela que ni siquiera era la suya debido a un error del 2002 (sí, no fue en el siglo XIX, que en el 2002 la oveja Dolly ya tenía artritis). Y la agresión inhumana de O Carballiño, con un niño dejando al borde de la muerte a otra menor porque quería saber «lo que se sentía al matar una a persona». Todo esto todavía en plena pandemia y en el aniversario redondo del atentado terrorista más televisado y con más apariencia de irrealidad de la historia. La actualidad es mareante y casi no permite el reposo. Hay mucho combustible y demasiados pies en el acelerador. Nos vamos a la B. O quizás ya nos hayamos ido.