El pulpo de O Carballiño resiste bien al virus

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón OURENSE / LA VOZ

O CARBALLIÑO

La fiesta, aunque de transición, reunió a miles de personas en la localidad

08 ago 2021 . Actualizado a las 23:48 h.

Es casi imposible que O Carballiño renuncia a su Festa do Pulpo, ni siquiera en un escenario aún de pandemia como el actual. Hubo que adaptarse a las restricciones y la solución fue dispersar la celebración por la localidad en lugar de concentrarla, como es habitual, en el parque municipal. «A festa é de pote, como se di cando non hai orquestra e xúntaste para comer», bromeaba la pulpeira María Isaura González González mientras cortaba pulpo para turistas y locales.

Y es que, pese a tratarse de una edición de transición por culpa de la pandemia, lo cierto es que O Carballiño se llenó este domingo. «Evidentemente non foi o que sería o normal, de 70.000 ou 80.000 persoas, porque non pode ser. Esperemos que para o ano», explicaba Francisco Fumega, que supervisó la celebración a pie de calle. También salió a dar un paseo Julio Marta, vecino de la localidad. «En comparación con otros años, nada que ver, pero sí que se ve ambiente de gente con la tapita. Por lo menos, que sirva para que la economía se recupere un poquito», decía el hombre, que añadía: «Con algo hay que conformarse y también es una forma de que la gente haga algún duro, porque con la pandemia van todos apurados».

Pese a las dificultades que supuso la organización de la cita en plena quinta ola de la pandemia, en O Carballiño era fácil de adivinar que había muchos turistas en la villa. El acento delataba a Rafa Montes y Elisa Murillo, una pareja llegada de Granada. Ya habían probado el pulpo porque tienen un amigo que regenta un bar gallego allí, «pero este está riquísimo», confesaba ella tras ser interrumpida para la entrevista. Están de viaje en Galicia y sabían de la fiesta. «Lo tenía en mi agenda venir aquí. Había oido hablar algo de ella y luego vi que este año era con puestos en la calle. O sea, que venía informado ya», decía el granadino, satisfecho con la decisión de acercarse a O Carballiño.

La mitad de kilos

Por momentos, era difícil caminar por las calles más céntricas de la localidad y, en hora punta, las colas para comprar el pulpo eran considerables. En un momento de respiro, María Isaura González explicaba que había bastantes ganas de fiesta: «A xente quere saír. Coas súas medidas, pero hai que vivir; hai que adaptarse». Los números son aplastantes porque esta pulpeira tenía preparados para este domingo cerca de setenta kilos de producto, la mitad que en una fiesta celebrada en condiciones normales.

«A hostalería está contenta e practicamente todos os restaurantes teñen reservas ao 100 %», resumía, por su parte, el alcalde carballiñés, Francisco Fumega, que -como viene siendo habitual- fue arropado por otros cargos de su partido, con el secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero, a la cabeza. «É un día para manter a tradición e para empezar a remontar, que é o que necesitamos todos», añadía el regidor, que no se marca techo cuando se pueda recuperar la normalidad en la celebración de la fiesta. «Para o ano esperemos que veñan 100.000 ou de 200.000 persoas», decía medio en broma, medio en serio.

María Isaura González también es optimista. «Unha vez que esteamos todos vacinados xa non debería haber problema», dice la mujer. O Carballiño y su Festa do Pulpo del año 2022 esperan que así sea.