Los dos acusados de matar a un preso seguirán en prisión hasta que haya juicio

m. v. OURENSE / LA VOZ

O CARBALLIÑO

MIGUEL VILLAR

Los investigados siguen negando los hechos y solicitaron a la jueza su libertad

02 dic 2020 . Actualizado a las 18:31 h.

Mientras la instrucción del homicidio, o asesinato, de un recluso de la prisión provincial de Pereiro de Aguiar, que había sido condenado por matar a su familia, sigue su curso en el juzgado de instrucción 2 de O Carballiño, la magistrada ha tenido que resolver esta misma semana sobre la situación de los dos investigados por el crimen.

Y es que a finales de este mes de diciembre se cumplen dos años desde que Óscar G. L. y Francisco Javier G. H. fueron detenidos y enviados a prisión preventiva, coincidiendo con el hallazgo del cadáver de Fernando Iglesias Espiño, presuntamente asesinado por ambos meses antes. Su cuerpo apareció enterrado en una antigua mina de A Senra, en Piñor. Por ello, antes de que venza el plazo de 24 meses, las acusaciones personadas en el caso querían asegurarse de que los dos sospechosos permanecen privados de libertad para garantizar que sean puestos ante un tribunal. Y así se lo hicieron saber a la jueza instructora esta misma semana. En una vista que tuvo lugar el martes, tanto la representante del ministerio fiscal como la de la acusación particular solicitaron que se prorrogue la prisión preventiva, alegando la existencia de riesgo de fuga por parte de los investigados y recordando además la gravedad de los hechos y las altas penas de prisión que, en su caso, podrían implicar para ellos en caso de condena.

La magistrada ha optado por darles la razón y evitar la excarcelación de los detenidos, a pesar de que sus defensas solicitaron que pudieran salir. Los propios sospechosos, que intervinieron en la vista de forma telemática desde las cárceles en las que se encuentran recluidos, negaron una vez más su participación en el crimen y pidieron poder quedar en libertad hasta la celebración del juicio, si bien no lograron su propósito. Unas horas después dictó sendos autos la magistrada prorrogando su privación de libertad.

En poco más de un mes volverán a verse las caras todos los personados en este caso, ya que se ha señalado para el 11 de enero la celebración de la comparecencia, un trámite que recoge la ley del jurado. En esa vista las acusaciones fijarán los hechos que imputan a los acusados y se podrán, solicitar, en su caso, nuevas pruebas por las partes.

Un hermano, acusación

La acusación particular en este caso la ejerce un hermano de Fernando Iglesias Espiño. El recluso, condenado por haber matado a su esposa y a sus hijas en 1996 en Canarias, iba a visitarlo a la residencia en la que vive desde hace años cada vez que salía de permiso. Lo hizo, de hecho, el fin de semana en el que murió, tan solo unas horas antes de reunirse con los dos hombres que consideraba sus amigos y que, según se sospecha, lo mataron para quedarse con el dinero que Espiño había cobrado poco antes de una herencia.