La víctima de un atropello: «Al salir del coma me costó saber qué pasaba»

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE / LA VOZ

O CARBALLIÑO

El acusado durante su declaración
El acusado durante su declaración m. v.

El conductor alega que no la vio y que se marchó porque tuvo que ir al baño

24 sep 2020 . Actualizado a las 08:35 h.

Tras dos señalamientos anteriores fallidos, uno debido a que faltaba un testigo y el otro a consecuencia de la declaración del estado de alarma, el juicio por un grave atropello ocurrido en la calle Progreso de la capital ourensana en la noche del 5 de junio del 2017 por fin pudo celebrarse este miércoles en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal 1 de la capital ourensana. Aquella noche una mujer fue arrollada por un turismo tras haberse bajado del asiento del copiloto de un coche que acababa de estacionar en esa calle, en un tramo de carga y descarga en el que a esa hora se puede aparcar. Tras el fuerte golpe, sufrió graves lesiones por las que estuvo en coma un mes y medio. El conductor, por su parte, chocó contra otros cuatro coches más estacionados en la misma zona y tras detenerse, entró a un bar y se fue directo al baño porque se sintió indispuesto. Dio positivo en alcohol, eso nadie lo discute, pero sí hay controversia sobre si tenía el carné o no en vigor en el momento de los hechos.

Poco de lo que pasó aquella noche recuerda la víctima, que padece secuelas como consecuencia del golpe. En su declaración ante la jueza rememoró que el accidente ocurrió un domingo por la noche, cuando regresaba de la discoteca Paulino, en O Carballiño. «Cuando me desperté del coma me costó varios días saber dónde estaba y qué había pasado», explicó ante la jueza, asegurando además que desde entonces no ha podido volver a trabajar y que sufre crisis epilépticas. Está segura, eso sí, de que miró si venía un coche antes de bajarse. «Si lo hubiera visto, hubiera esperado», afirmó.

Distinta fue la versión del acusado. Aseguró que iba conduciendo y que no vio a la mujer, quien según él apareció de forma sorpresiva en la calzada. Negó también haberse fugado del lugar, argumentando que tuvo que ir al baño debido al susto por lo ocurrido. Otro hombre que iba con él en el coche, relató que antes del accidente ambos habían estado cenando, bebiéndose una botella de vino y tomando algunos chupitos. Luego, Bautista se puso al volante.

«Antes mi hermana era activa, pero ahora es como una persona mayor», relató una de las allegadas de la víctima, que explicó que después de que recibiera el alta, la convivencia con su familiar fue complicada porque ella «ya no es la misma de antes». «Es muy insegura, desconfiada, obsesiva, tiene unas rutinas y se ciñe a ellas», contó. Otra hermana también constató que «ella ya no es la misma» tras el accidente, y que «ahora ya no tiene noción de lo que cuestan las cosas».

Uno de los policías locales que acudió al lugar de los hechos constató que Bautista fue localizado en el interior del baño de un bar cercano al lugar del accidente, mientras que otro funcionario policial explicó que presentaba síntomas de haber bebido, lo que se constató luego con la prueba de alcoholemia, en la que arrojó una tasa de 0,90. «La causa del accidente fue la ingesta de alcohol», aseguró, explicando que el acusado golpeó primero al coche de la víctima, luego la arrolló a ella y después fue colisionando con otros coches aparcados, hasta que el suyo se detuvo 65 metros después del impacto. «No fue capaz de reaccionar», afirmó.

Y tras la declaración de todos los testigos, queda ahora en manos de la magistrada dirimir las responsabilidades penales y civiles derivadas del caso, y que son muy distintas según quién las plantee. Así, la Fiscalía solicita seis meses de cárcel, mientras que la acusación particular, que aprecia dos delitos contra la seguridad del tráfico y otro de omisión del deber de socorro, eleva la petición de prisión hasta los cuatro años. Importante será también lo que opine la jueza en lo referente a la responsabilidad civil derivada del caso. La acusación particular, que ejerce la perjudicada, eleva hasta 400.000 euros la demanda de indemnización pero la aseguradora alega que ya se le pagaron 268.000 euros y que «ella misma se puso en peligro al salir del coche sin mirar».