O Carballiño degustó el pulpo en los bares y en las casas para cumplir con la normativa covid

La Voz OURENSE / LA VOZ

O CARBALLIÑO

Santi M. Amil

Hubo menos afluencia de la esperada pero las Xornadas Gastronómicas atrajeron a visitantes a comer a la villa

10 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La necesidad de garantizar la mayor seguridad sanitaria posible se impuso a las ganas de fiesta en O Carballiño. El pulpo se comió, pero en los bares y en las casas, nada que ver con la algarabía campestre y callejera multitudinaria de la Festa do Pulpo, que tendrá que esperar a que la pandemia rebaje su incidencia para una nueva edición. Así que el ambiente, aún con las Xornadas Gastronómicas organizadas por el Concello, fue muy tranquilo. Quizás más de lo esperado, reconocía el edil de festejos, Manolo Dacal. Pero sí se atrajo a visitantes que acudieron a comer el manjar a O Carballiño.

Estaba el ingrediente principal, el gastronómico, pero faltaban los condimentos que distinguen a la fiesta, la música y sobre todo, la gente, mucha más gente. Y las cantidades ingentes de pulpo que se comen en un año normal. Pero al menos, lo hubo.

Estaban prohibidas por el Concello las comidas en el exterior en parques o zonas públicas, así como los botellones y todo el mundo en general se mostró respetuoso, afirmaba el concejal, quien agradeció la presencia de los numerosos efectivos de Policía Local, Guardia Civil y Protección Civil que colaboraron para que eso ocurriera así. También agradeció Dacal el buen comportamiento en los locales de hostelería, tanto de los clientes como de sus responsables, quienes se esforzaron en que todo el mundo cumpliese la normativa.