«Una vez que entran en tu iglesia estás un poco inseguro y piensas que podrían volver»

La Voz

O CARBALLIÑO

08 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace un año que se ordenó sacerdote y tres meses desde que se hizo cargo de las parroquias de Pazos de Arenteiro, Alvarellos, Laxas y Salón (en la comarca de O Carballiño). Carlos Arce Castro ha tenido que vivir el robo más cuantioso de este año en iglesias ourensanas. Sucedió hace un mes y medio en la de Pazos de Arenteiro y el ladrón se llevó 700 euros de la colecta y cinco medallas de oro que los vecinos habían colocado sobre varias tallas. «Teníamos el dinero guardado en la sacristía y creemos que la persona que entró lo sabía porque fue directamente y no cogió las limosnas de los petos».

El caso está en manos de la Guardia Civil porque, además, no se forzó la puerta de entrada, aunque una lateral se encontró abierta. Al margen del robo en sí, Carlos Arce señala que este hecho, sucedido nada más llegó a la parroquia, ya ha condicionado la forma de atender a las iglesias. «Ahora cada dos días se acerca el sacristán para ver si todo está en orden. Una vez entran en tu iglesia estás un poco inseguro y piensas que podrían volver». Aunque la de Pazos de Arenteiro está en el mismo centro de la localidad, las otras tres se encuentran en núcleos poco poblados. «Al final no hay nada dentro de valor, todo lo hemos retirado, pero a los ladrones les da igual entran para ver qué pueden llevarse», dice.

Señala, además, que tras el suceso en Pazos de Arenteiro, algunos vecinos le comentaron que se venían repitiendo en la zona y que incluso hace unas semanas ocurrió algo similar en un tempo de O Irixo. «Lo que más me dolió fue el robo de las cadenas de oro ya que tenían un valor sentimental para aquellos que las pusieron. Para mí fue un palo duro, menos mal que no hubo profanación de imágenes o más destrozos», señala.