«Lo mejor que puede tener uno es la memoria y lo peor, el olvido»

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

O CARBALLIÑO

CEDIDA

Emilio Nogueira, presidente del Centro Partido de Carballiño de Buenos Aires ve el Premio Ourensanía como un reconocimiento a los valores del colectivo emigrante

11 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Le gusta decir «así completo» que es de «San Estevo de Cangues, O Irixo, Partido Judicial de Carballiño, Ourense, Galicia, España». Emilio Nogueira llegó a Argentina con 15 años y hoy tiene 84. «Calcule que mi vida transcurrió aquí», dice. Pese a ello, mantiene una intensa relación con su tierra natal. «Tengo familia allá, amigos, conocidos. Claro que tengo vínculos», explica Nogueira, que vuelve todos los veranos a la provincia. «Es la época que más me gusta y puedo disfrutar de la familia y los amigos más tiempo, ya que los días son largos y con muchos festivos. A mi edad sigue siendo un placer poder ir y volver una y otra vez», dice el presidente del Centro Partido de Carballiño de Buenos Aires, que hoy recogerá el Premio Ourensanía concedido por la Diputación a esa entidad y al Centro Ourensano de Montevideo.

-¿Qué le parece que la Diputación ourensana recuerde de este modo a las comunidades de emigrantes en Argentina y Uruguay?

-Me parece muy bien. Lo mejor que puede tener uno es la memoria y lo peor, el olvido. El reconocimiento es algo que no se debe negar y si se acordaron de nosotros es porque no nos olvidan. Saberse meritorio y que nunca se lo reconozcan no es bueno. Nosotros sabemos que hacemos cosas buenas y el premio es una recompensa. Y ojalá se dé otros años en otros países o en la misma Galicia.

-¿En qué estado de salud se encuentra el centro? ¿Está pasando por un buen momento?

-El centro en estos momentos se encuentra en alza. Con el centenario encima hay una evocación continua de los familiares que estuvieron, reencuentros... Creo que va para mejor y es a eso a lo que toda la comisión directiva se encamina. Tratamos de apuntar a diferentes proyectos sin olvidar ni dejar de hacer los almuerzos mensuales en el cual concurren asociados y amigos.

-¿Qué actividades desarrollan habitualmente en el centro?

-En nuestro centro se llevan a cabo todos los meses almuerzos con respecto a lo que se festeja en Galicia o de platos típicos: entroido, fiesta de la cerveza, romerías diferentes, callos, bondiolas, paellas, cocidos, letras gallegas, hispanidad, fiesta del pulpo, aniversario, fin de año... Exposiciones, charlas, recorridos culturales, yoga, carreras de aficionados en autitos a control remoto, próximamente pin pon profesional, teatro, murga. Y también enseñanza de idioma gallego y aprendizaje de baile típico.

-¿Qué le parece la decisión de entregar el premio allí, en América, y no en Ourense, como es habitual?

-Me parece una manera de acercamiento al colectivo gallego en el mundo. Piense usted si me invitaran a darme el Premio Ourensanía en la Diputación, lo disfrutaría por supuesto, como cada vez que voy allá. Pero, si me lo entregan aquí, puedo compartir el momento con todos los gallegos y argentinos que vivimos en Buenos Aires. Somos muchos y no uno solo. Yo puedo ver la Real Banda allá si elijo verla, pero los que están aquí tienen la oportunidad de ver y escucharla aquí. ¿Que si es caro? Sí, es caro. Pero divida a cuanta gente de aquí le está brindando el evento. ¿El costo-beneficio? Hay mucha gente que hoy aprovecha a que sus hijos y nietos vean algo diferente. ¡Y típico de Ourense! Nos dan cultura musical de Galicia en el Río de La Plata. A veces se compara un gasto y se dice: ¿por qué no ponen ese dinero en salud o en arreglos o en...? La lista puede ser interminable. Tener para todos los gallegos de Argentina o de Uruguay al presidente de la Diputación y la Real Banda de Gaitas, es tener en cuenta a la emigración y la cultura y por cierto: «los valores», que es a eso adonde apunta el premio.

-La Diputación destinará cerca de 70.000 euros a ese viaje, ¿le parece oportuno ese gasto o preferiría que se dedicase a otro tipo de ayudas para el colectivo emigrante?

-Por la cultura y los valores me parece que se debe gastar, ahora yo no puedo decir si se debe hacer este gasto u otro. O si es oportuno o inadecuado al momento. Sé y comprendo, como dije antes, que al premiar a Centro Carballiño y Centro Ourensano demuestran al mundo los valores que tenemos aún lejos de Galicia. Toda fiesta tiene un costo pero, miro a mi alrededor y veo lo ilusionada y expectante que está la gente. Y noto que la respuesta que doy coincide con eso.

«No queremos que nuestros hijos pasen lo que nosotros pasamos»

Pese a existir otros centros de gallegos en Buenos Aires, el de O Carballiño sigue funcionando bien. Existen, no obstante, ciertos problemas para atraer a las nuevas generaciones, aunque Emilio Nogueira explica que es algo natural.

-¿Cuántos socios tienen actualmente?

-Tenemos cerca de 500.

-¿Cuál es su media de edad?

-La media apunta como en todas las instituciones entre 40 a 50 años

-¿Notan problemas para atraer a los jóvenes a las actividades que organizan?

-El problema de los jóvenes es y no es un problema. Nosotros cuando vinimos a Argentina buscábamos encuentros de amigos de Galicia, íbamos a clubes, comíamos las comidas típicas, nos enriquecíamos encontrándonos a comer y bailar. Formamos familia, tuvimos hijos, pero no queríamos que ellos pasen lo que nosotros pasamos. Sobre todo la falta. Falta de madre o padre, alejamiento de las raíces, falta de estudio, falta de dinero... Todo era falta. Y eso no queríamos para nuestros hijos. Y si bien ellos jugaron en esos clubes o centros, a medida que fueron creciendo les fuimos dando las actividades que le daban a los hijos de acá. Y luego formaban amistades y poco a poco los traíamos menos. Pero ellos podían menos. Y hoy pasa y se repite lo mismo. No en todos los casos pero sí en muchos

Los chicos tienen muchas actividades, no les queda tiempo en la semana. Los fines de semana tienen cumpleaños u otras diversiones. Con suerte utilizan el espacio del centro para traer a sus amigos. Pero no es continuo o al menos no en nuestro lugar. No es amplio para tener fútbol o pileta o básquet, etcétera. Y las actividades culturales o gastronómicas justamente no son el atractivo para ellos.