Un ladrón reconoce que entró a robar en un desguace y asegura que le dispararon por la espalda

La Voz OURENSE / LA VOZ

O CARBALLIÑO

Al perjudicado por el robo, que niega tener pistola y haberla usado, lo acusan de homicidio frustrado y la fiscalía le pide cinco años de prisión

01 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Que un ladrón entró a robar en las instalaciones de una empresa de desguaces, sin conseguir su objetivo, lo admitió el frustrado delincuente. Pretendía robar, según su versión, un neumático para un coche. Que horas después fue atendido en el PAC de O Carballiño, tampoco se discute, como que después fuera trasladado al CHUO al haberse descubierto que había recibido un disparo. El herido aseguró ayer en la Audiencia que le habían disparado por la espalda y señaló al hijo del dueño de la empresa. Igualmente, afirma que, instantes después, llegó al recinto el empresario y recibió varias patadas cuando se encontrada caído en el suelo.

El acusado negó tener una pistola, haberla utilizado y haber disparado contra el ladrón, a quien, según sus explicaciones durante la primera sesión del juicio, se limitó a retener mientras esperaba a su padre. En contra de la versión que limitaba el robo a un neumático, sostiene Juan José G. C. que el ladrón había entrado en la oficina y se había apropiado de dinero. Llevaba puesto un pasamontañas y esgrimía un destornillador, como aseguró ayer.

El padre llegó a las instalaciones con celeridad al ser alertado telefónicamente por el hijo. Se trasladó desde su casa, donde estaba con un amigo, que también declaró ayer. Fueron muy rápido. Y cuando llegaron se encontraron con el acusado sentado sobre el ladrón, a quien tenía inmovilizado con las rodillas sobre sus muñecas. Niega que la emprendiera a patadas con el intruso y los tres, incluido el testigo, aseguraron que habían decidido dejar que se fuera el ladrón, sin siquiera denunciar el hecho, porque supuestamente les dio pena.

Frustrado el robo, el asaltante se dirigió hacia el coche donde lo esperaba la que entonces era su novia. Tenía neumonía y no se había apeado del turismo. Salieron en dirección a Covadonga, donde no consiguieron comprar droga. Y después se dirigieron hacia Maside, donde supuestamente querían que el hermano de la chica mirara la herida, por si podía hacer algo. Siguieron hacia el PAC de O Carballiño. La enfermera que lo atendió declaró que, pese al tiempo transcurrido, recordaba que el herido le había hablado de unas ruedas, en abstracto.

Los hechos que dan lugar a este procedimiento ocurrieron sobre la una y media de la tarde del 17 de marzo del 2013. Era domingo, jornada no laborable en el desguace, aunque el acusado se enteró porque vive prácticamente al lado.

La fiscalía solicita cinco años de prisión para el principal acusado, por un delito de homicidio intentado, al considerar de aplicación la atenuante de legítima defensa. Por la falta de lesiones propone sendas multas para el padre y el hijo, aparte de cinco mil euros de indemnización por las lesiones y 2.800 euros por gastos al Sergas.