O Carballiño y Covelo fueron las principales citas, tras suspenderse varios desfiles
15 feb 2016 . Actualizado a las 16:31 h.Punto y final a un entroido protagonizado por el mal tiempo. O Carballiño y Covelo, en Melón, fueron las localidades en las que ayer se vivieron las últimas citas del carnaval, marcadas por la gastronomía y la tradición. En O Carballiño, la edición número XXII de la Festa da Cachucha reunió a numerosos comensales en los 27 restaurantes de la localidad que este año tomaban parte en una iniciativa que forma parte fundamental de las celebraciones del entroido. Los menús, en los que no faltó el popular producto de cerdo, oscilaron entre los 20 y los 25 euros. Y tampoco faltó la animación en los locales ya que fueron muchas las charangas que pusieron la nota musical y la alegría a una jornada marcada por la lluvia y las bajas temperaturas. Eso sí, los carballiñeses no dudaron en ponerse el disfraz para disfrutar de la comida y despedir a Don Carnal hasta el próximo año.
Tampoco el mal tiempo fue obstáculo para la celebración del entroido de Covelo, en Melón, uno de los más ancestrales de la provincia. La salida de la comitiva, que se había suspendido el pasado martes, tuvo finalmente lugar ayer y, como ocurre desde hace años, el rey tuvo que afanarse por defenderse de las acometidas de los danzantes que trataron de arrebatarle la corona. Como siempre, la comitiva estuvo presidida por el entroido y la entroida, dos muñecos que desde un carro tirado por vacas «observan» los acontecimientos.
En Verín se entregaron los premios del entroido, tanto a comparsas como, entre otros, al cigarrón de honor, que recayó en Oscar Álvarez. En Xinzo y Ribadavia se suspendieron los desfiles.