Ponga un monasterio en su vida

O CARBALLIÑO

Tras décadas de abandono y deterioro, se ha puesto a la venta el conjunto patrimonial del viejo cenobio de San Paio de Abeleda, en el municipio de Castro Caldelas

16 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Los políticos y las instituciones ourensanas se agarran al manido argumento de que la provincia es la segunda del Estado en lo que a patrimonio se refiere cuando quieren hacerse valer. Un recurso, por no equipararlo a la categoría de mito urbano, que actúa a modo de baza segura a la hora de esbozar una alusión rápida y velada a un rico pasado y a una agitada historia.

Mas la realidad es muy tozuda, y al patrimonio hai que darlle de comer, que diría uno de esos viejos que han convertido la provincia de Ourense en el mayor asilo de la península. Mientras existen casos singulares de todos conocidos por las rehabilitaciones que se han llevado a cabo -como las de Santo Estevo de Ribas de Sil (Nogueira de Ramuín) o el monasterio de San Clodio (Leiro)-, en otros muchos la historia es ya el destino de los viejos esplendores. Recintos monacales como los de Santa Uxía de Lobás (O Carballiño), Trandeiras (Xinzo), Melón y otros muchos esparcidos por la provincia de Ourense son ya sólo viejos esqueletos que amenazan ruína, con el costillar al aire como animales devorados por las alimañas. Algunos buscan desesperadamente una solución institucional o empresarial, Melón es en los últimos tiempos la referencia, y otros asumen la cruda realidad de los números que van aparejados a la rehabilitación de un monstruo como los referidos.

A los casos ya conocidos se ha venido a sumar en los últimos días el del monasterio de San Paio de Abeleda, en el municipio de Castro Caldelas. Propiedad particular desde hace décadas, el recinto monacal del siglo XII se ha puesto a la venta por 420.000 euros. En un enclave privilegiado de la Ribeira Sacra, a pocos kilómetros del pueblo de Castro Caldelas y cerca de la carretera que va de este municipio a Monforte, el monasterio se ha ido deteriorando en los últimos años por el abandono de las instalaciones, lo que provocó entre otras situaciones el robo de piezas de gran valor. En varias ocasiones se habló de la posible recuperación, aspecto que finalmente no se ha podido materializar.