El documento pretende reivindicar el uso de la lengua gallega tras la muerte, en lápidas y esquelas Catedráticos, intelectuales, registradores, escritores, editores y personas de las localidades que conformaron el Couto Mixto se reunieron en Santiago de Rubiás. El objetivo era firmar un testamento en el que se indica que «chegada a hora do meu pasamento, quero que todo o relativo ó meu funeral se realice exclusivamente en lingua galega». Este documento fue firmado por cuarenta personas.
29 sep 2001 . Actualizado a las 07:00 h.VICTORIA MOURENZA XINZO La firma de este testamento ante notario pretendió ser «un acto de reafirmación galegista», indicó Xosé González, presidente de la Fundación dos Premios da Crítica de Galicia. La elección del lugar no ha sido una casualidad, apuntó Xosé Benito Reza, pues Santiago de Rubiás formó parte en otro tiempo de un territorio independiente. El secretario de la Asociación de Amigos do Couto Mixto aludió al precedente de este documento. Se refería al acto que tuvo lugar en Santo Domingo de Bonaval. Afirmó que «a galegidade debe chegar ata os últimos recantos do territorio galego», añadiendo que «estamos no lugar apropiado». González, por su parte, habló de la importancia que se le otorga en Galicia a la preparación de la muerte. La «pouca preocupación que os galegos poñemos na nosa lingua» se refleja, aseguró, en datos como el de que sólo una de cada trescientas esquelas se publican en gallego y algo similar ocurre con las lápidas funerarias. Estuvieron el editor Bieito Ledo, el profesor Xosé Manuel Cid o los escritores Antón Riveiro Coello, Marcos Valcárcel o Gonzalo Navaza. Firmaron también el documento Miguel Ángel Trigás, decano del Colegio de Abogados, el filólogo Fernández Rei o el antropólogo Claudio González. Además de la coral del casino de O Carballiño hubo un recital poético con versos como «nós, cos nosos fillos, xurámolo convenio para que a nosa lingua viva outro milenio».