O Bolo abre el primer museo de Valdeorras, dedicado al pintor puntillista Yosso

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

O BOLO

Yosso por fin tiene su museo.En un rincón del museo está la mesa que utilizaba Yosso para escribir y que tenía llena de pinturas
En un rincón del museo está la mesa que utilizaba Yosso para escribir y que tenía llena de pinturas Lolita Vázquez

«Hai material para dous museos máis. A intención é cambiar os cadros cada seis meses», explica su sobrino, David Pérez

22 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Era una deuda y por fin está saldada. Yosso ya tiene un museo en el que mostrar al mundo su obra. Y además está en su O Bolo natal, la localidad a la que regresó cuando la salud empezó a flaquear. Él, José Porto, que como pintor puntillista fue reconocido por galerías y mecenas que quisieron contar con sus trabajos, se recluyó en la casa familiar, en la aldea de Valbuxán, cuando el temblor de manos le impidió seguir mejorando su trabajo. Si no podía superar lo hecho hasta el momento, dejaba los pinceles, explicó en la inauguración del museo, instalado en el edificio del colegio, en un ala que llevaba tiempo sin uso. La instalación cuenta con un acceso propio por la parte de arriba, cerca del pabellón.

El museo de Yosso no es solo el primer museo de O Bolo, sino que se convierte en el primer espacio expositivo público de la comarca de Valdeorras. Un lugar «merecido» como reconoció el alcalde, Manuel Corzo, que invitó a los presentes (y a todos los que visiten el museo en el futuro) a disfrutar «duns cadros únicos feitos coa alma». Y añadió: «O Bolo estalle dedicando as letras a Yosso, pero seguro que algún día será o protagonista do Día das Letras». Insistió en este sentido en la prolífica obra escrita del autor, que publicaba sus libros bajo el nombre de Xosé de Valbuxán.

En el museo puede verse una selección de los cuadros de Yosso, en los que es posible disfrutar de su gran dominio del puntillismo. «Hai material para dous museos máis», confesaba su sobrino, David Pérez Porto. De hecho, avanzó que es intención de la familia que cada seis meses puedan cambiarse las obras expuestas y así poder mostrar al mundo todos los cuadros que conservan de Yosso. «Hai moitos sen enmarcar e algúns están medio estragados, porque colleron balor por dentro», explicaba Marina. No ocultaba su emoción, que era una mezcla de sentimientos alegres y también tristes. «Estamos contentos por ver o museo, pero tamén tristes porque é como se perdéramos algo», decía. Pierden tenerlos en casa (aunque en los últimos tiempos estaban guardados en el consistorio de Vilariño de Conso para evitar que se siguieran deteriorando en la casa de Valbuxán), pero ganan que pueda verlos todo el mundo y, así, la figura de Yosso vuelva a situarse en el lugar que le corresponde en la historia de la pintura.

Sus cuadros, aquellos de los que nunca quiso desprenderse, fueron cedidos por la familia al Concello por 10 años.