Una de las heridas por un perro en O Bolo: «Pensé que iba a matar a mi hermana y prefería morir yo»

María Doallo Freire
M. Doallo O BARCO

O BOLO

El mastín que hirió a cuatro personas en O Bolo
El mastín que hirió a cuatro personas en O Bolo

Una de las heridas en el ataque del mastín a cuatro personas este domingo en O Bolo llegó a temer por la vida de su familiar

13 ago 2019 . Actualizado a las 17:59 h.

«Al ver al perro atacar a mi hermana decidí llamarle encarecidamente hasta que vino hacia mí. Pensé que la mataba y prefería morirme yo». Yolanda, la más joven de las cuatro personas que este domingo fueron atacadas por un perro mastín en la parroquia de Valdanta, dentro del concello valdeorrés de O Bolo, no puede contener las lágrimas al recordar la situación que vivió. Y es que la angustia y la ansiedad son consecuencias del ataque que todavía tardarán en desaparecer. Ella, junto a su novio, su hermana mayor y una vecina, acababan de llevar a las vacas al prado y se dirigían a quitar unas patatas de la huerta familiar cuando el perro, propiedad de los padres de las hermanas, perdió la tranquilidad y atacó al novio de Yolanda. «Mi pareja se cayó hacia una pendiente y fue cuando el mastín se lanzó a por mi hermana. Le llamé hasta que la soltó y vino hacia a mí, donde pude golpearle con un palo», cuenta. Ambos, tanto su novio como su hermana, se encuentran ingresados en el hospital comarcal de Valdeorras y en el de Ourense respectivamente, con diagnósticos que evolucionan favorablemente.

Pero fue la pequeña de las hermanas la que recibió una mordedura cuyo desenlace podría haber sido letal. Así lo explica el médico que los atendió en el lugar de los hechos, Manuel Rey Rionegro. «El animal la mordió en el cuello, tiene la marca perfecta de los dientes en la zona cervical. Es la herida más peligrosa, gravísima, si llega a clavar más su ataque, podría haber sido mortal», afirma. El perro ya se había mostrado agresivo con su dueño hacía tan solo unos días y no era la primera vez que intentaba morder sin ninguna razón aparente. «Por ahora no se sabe qué pudo pasarle al mastín. Mi teoría, sin ser veterinario, es que pudo darle un trastorno momentáneo y que estaba fuera de sí», explica el médico.

La valentía de los cuatro vecinos de la localidad de O Bolo fue fundamental para conseguir que el perro decidiese huir y dejar de atacarles, aunque la situación fue dramática y se vivieron momentos de auténtico miedo. Ahora lo que los heridos más desean es que todo vuelva a la normalidad y ya se verá lo que pasa con el perro. «La verdad es que el escenario era dantesco porque había sangre por todas partes. La tragedia pudo ser terrible», explica Rionegro. También fundamental fue la actuación de todo el personal de emergencia que participó en el incidente. Desde la rapidez con la que llegaron al lugar o con la que sacaron a la mayor de las hermanas en helicóptero, hasta la capacidad de trabajo en equipo para facilitar la labor de los médicos evitando un nuevo ataque si el perro regresaba. «Estábamos en una zona montañosa en la que hay rocas por todas partes y eso impide una correcta visibilidad. Los guardias nos protegían mientras atendíamos a los heridos, pero el miedo por si el mastín volvía y atacaba era también una realidad. Fue una de las urgencias más angustiosas que he vivido», añade. El municipio, comenzando por su alcalde, Manuel Corzo, está consternado por lo ocurrido, de ahí que las muestras de cariño que reciben tanto los heridos y sus familias, así como los equipos de salvamento sean constantes entre los vecinos de la localidad.