Construyen muros y colocan troncos y ramas para evitar el arrastre de cenizas a los ríos

La Voz O BARCO / LA VOZ

O BARCO DE VALDEORRAS

La Confederación Hidrográfica Miño-Sil trabaja en Valdeorras

20 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo primero en un incendio es siempre poner a salvo a las personas. Después apagar el fuego. Y más tarde toca evitar que todo lo ardido acabe en los ríos cuando lleguen las lluvias. En esa tarea trabajan ahora desde la Confederación Hidrográfica Miño-Sil en los terrenos afectados por el gran incendio forestal que a mediados del mes de julio arrasó 10.500 hectáreas de terreno en los concellos de Carballeda de Valdeorras, O Barco de Valdeorras y Rubiá.

El organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica intensifica los trabajos de restauración hidrológico-forestal en la comarca valdeorresa. El objetivo es paliar una mayor degradación de los hábitats quemados, evitando más daños al medio ambiente por erosión y arrastre de cenizas a los cauces fluviales. «Hemos priorizado los trabajos de retirada de madera y tapones en zonas próximas a viviendas aisladas y a cascos urbanos para evitar daños por inundaciones o avenidas», explica José Antonio Quiroga, presidente de la CHMS. También se está trabajando para evitar el arrastre de cenizas. «Empleamos técnicas de bioingeniería no invasivas y ambientalmente sostenibles, como pequeños muros en piedra o madera y fajinas de troncos y ramas, lo que evitará su transporte hacia el cauce», añade.

Anticiparse a la llegada de las lluvias intensas

Las labores en el campo van contrarreloj en las zonas montañosas con fuertes pendientes en las que se redujo drásticamente la cubierta vegetal. El temor es que se produzcan lluvias intensas, como las que hubo el mes pasado en Rubiá, y lleven grandes arrastres a los ríos. «El flujo de líquidos y sólidos hacia los cauces no presenta obstáculos y puede provocar problemas por arrastres y tapones aguas abajo de la zona quemada», explica Quiroga.

La CHMS también está trabajando en el Macizo Central y en O Courel, zonas en las que también hubo grandes incendios. En conjunto, las actuaciones cuentan con un presupuesto que supera el medio millón de euros.