O Barco completará los Camiños Escolares este año con la inclusión del Divina Pastora

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

O BARCO DE VALDEORRAS

LOLITA VAZQUEZ

La Policía Local comienza a trabajar con el colegio

12 oct 2019 . Actualizado a las 14:05 h.

El Plan de Mobilidade Urbana Sostible (PMUS) que el Concello de O Barco de Valdeorras tiene en fase de exposición pública pasa necesariamente por, entre otras muchas cosas, acabar con los atascos de coches a las puertas de los colegios cada vez que toca entrar o salir de clase. Y la fórmula para ello es que los niños vayan andando a clase. Solos. O al menos no con sus padres, sino acompañados los unos de los otros. Es el objetivo de los Camiños Escolares, que funcionan en el Condesa Fenosa y el Otero Pedrayo y que el Concello quiere completar con la inclusión del Divina Pastora. «Sería un éxito que este curso estén ya todos», decía el alcalde, Alfredo García.

«Vamos a empezar con el Divina Pastora, a ver si se anima», avanzaba el jefe de la Policía Local, Fernando Lozano. La implicación del centro es un pilar fundamental para que la iniciativa salga bien, al igual que los padres, a los que se testará después. Fue precisamente la poca aceptación entre los progenitores lo que llevó a descartar la participación del Julio Gurriarán en los Camiños Escolares. «Fallaron, vimos que no tenían mucho interés y entonces ya no seguimos adelante, porque sin ellos no se puede hacer», explicaba Lozano.

Si finalmente entra el Divina Pastora, que es el colegio más grande de O Barco en numero de alumnos (tiene también secundaria), se reduciría el atasco que se produce muchas mañanas a las puertas del centro. Muchos padres siguen con la costumbre de aparcar en la puerta del centro para dejar a los escolares, a pesar de que en las inmediaciones hay un gran aparcamiento, que obvian.

Noventa alumnos los usan

La iniciativa comenzó en mayo de 2018 en el colegio Condesa Fenosa, y el curso pasado se extendió al Otero Pedrayo de Viloira. En el primer centro participan sesenta niños, mientras que el segundo suma 30 en los Camiños Escolares. Se saben los números porque tienen que estar apuntados, ya que cada día al llegar al centro escolar tienen que ir al punto de encuentro en el que un profesor pasa lista para saber que están todos. En caso de que falte alguno, se llama a sus padres para saber qué ha pasado, aunque en la mayoría de los casos avisan previamente si sus hijos van a faltar. El método manual «funciona bastante bien», resumía Lozano.

Para facilitar el uso de los Camiños Escolares, se crearon rutas de colores, que están señalizadas en el suelo (sobre todo en los cruces y en los pasos de peatones). Además, hay pegatinas colocadas en los vados por los que discurren esos trazados para alertar a los conductores de que por esa zona pasan niños solos caminando, por lo que deben aumentar la atención al volante cuando salen o entran en el garaje coincidiendo con los horarios escolares.