«La satisfacción de cruzar la meta con el trabajo hecho me compensa»

Luis Manuel Rodríguez González
luis m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

O BARCO DE VALDEORRAS

GUERCIOTTI

El valdeorrés Nando Lopes portará el número uno de su equipo en la francesa Ronde de l?Oise

12 jun 2019 . Actualizado a las 13:46 h.

La trayectoria de Fernando Lopes González (O Barco de Valdeorras, 1993) en el mundo del ciclismo es tan sorprendente como meteórica, como él mismo rememora, mientras se traslada en autobús a Francia, donde disputará a partir de mañana la Ronde de l’Oise.

«Hasta los 16 ó 17 años jugaba al fútbol y al fútbol sala, sobre todo, además de otros deportes como el baloncesto o el kárate, en el que soy cinturón negro. Pero me anoté en la Peña Valdeorras para poder dar alguna vuelta por la zona con los amigos. La verdad es que cada vez me fue gustando más y hace cuatro años, cuando me había trasladado a Vigo, me enrolé en las filas de mi actual club, el Guerciotti Kiwi Atlántico», argumenta Nando.

El barquense ha crecido mucho en las últimas temporadas, llamando la atención en el pelotón aficionado y convirtiéndose en un especialista en encontrar la escapada buena, además de otros éxitos que le abrieron las puertas del profesionalismo en la plantilla ProUCI de su club. Fue top 10 en Arévalo (2017), también protagonizó dos fugas en la Volta a Galicia 2018 y comenzó el presente curso acaparando focos en el Gran Premio Miguel Induráin y mostrándose sólido en los tramos de sterrato de la Rutland-Melton, la selectiva clásica Británica de 200 kilómetros.

En el Gercicotti confían en su evolución y lo han promocionado desde sus categorías de formación. Todo ha sucedido muy rápido para Lopes: «Como anécdota, hablando con un compañero, él me recordó un final de etapa de Vuelta a España que vimos en Ponferrada y que el ganador había sido Albasini, un corredor al que me enfrenté en el último Miguel Induráin, la verdad es que es increíble».

Tras irse a estudiar a Vigo y entrar como aficionado en su actual club, el ciclismo comenzó a exigirle esfuerzos a Nando, pero el valdeorrés ya estaba decidido hacer carrera dando pedal: «Trabajaba en una empresa de reformas. Salía a las 19.30 de la tarde, así que ya os imagináis el tiempo que me quedaba para entrenar. Por lo tanto hacía rodillo a las tantas de la noche los días de tiempo muy malo, sobre todo en invierno, pero la mayoría de los días salía a entrenar hasta las 23.00 ó 00.00 con mis focos de luz. Y eso que al día siguiente tocaba levantarse a las 07.30 para entrar a currar».

Enrique Salgueiro, director técnico del equipo, recompensó ese esfuerzo con una plaza para Nando en la plantilla profesional y ahora se entrena al nivel que exigen las pruebas en las que toma parte, con rivales como el propio Movistar Team y en un mundillo en el que reinan los Quintana o Landa entre otros.

Al preguntarle por sus motivaciones, Lopes González ensancha la sonrisa y admite que los tópicos tienen algo de cierto en este caso: «Dicen que a los ciclistas nos gusta sufrir y puede que esa sea la respuesta. Lo cierto es que la satisfacción de cruzar la meta con el trabajo bien hecho me compensa cualquier sufrimiento. Este deporte me gusta cada vez más y es una pasada poder prepararme al más alto nivel para pelear contra los mejores».

Algunos lo recuerdan por Valdeorras de niño, con la camiseta del Barco cadete, ahora lo ven fortalecer sus piernas sobre la bici, cuando el calendario le da algún respiro para volver a casa.

Formación polideportiva. Las categorías inferiores de equipos valdeorreses de fútbol y fútbol base se mezclaron con el kárate.

Trabajo y ciclismo. Después de trasladarse a Vigo, su trabajo en una empresa de reformas coincidió con su etapa aficionada en las filas del club de Redondela.