La demora en las obras aplaza hasta febrero la reapertura de la piscina climatizada de O Barco

La piscina climatizada de O Barco de Valdeorras no reabrirá al menos hasta febrero. Aunque en junio, cuando se dio cuenta del cierre de la instalación tras el acuerdo de renuncia con la anterior adjudicataria, se habló de octubre como la fecha para la reapertura del servicio, no será así. Octubre será todavía el mes en el que salgan a licitación las obras que han de hacerse para mejorar la instalación y hacerla atractiva para que las empresas opten a su gestión (después de que el Concello rechazase desde el principio la opción de asumir el servicio).

«Probablemente el lunes publiquemos el concurso», avanzaba el regidor, Alfredo García, que confesaba que todavía estaban pendientes de un último papel, pero ya con el visto bueno del interventor tras la fiscalización pertinente.

Con octubre para licitar y adjudicar la obra (y apelando a que no haya contratiempos) noviembre sería un buen mes para comenzar las obras, que tendrán un plazo de ejecución de tres. Así que cumpliendo plazos y sin contratiempos, la piscina reabriría en febrero. «Son las cuentas que echamos», reconocía García, lamentando las demoras en el proyecto. «Los deseos van por un lado y la administración por otra», resumía, relatando después que la empresa redactora del proyecto de obra tardó un mes más de lo inicialmente previsto en entregar el documento.

Por otro lado, todavía está pendiente que la empresa que está realizando los pliegos de gestión entregue su proyecto. «Si el lunes nos presentan la documentación correcta, en octubre también saldría a concurso», avanzaba García. Se refería al estudio financiero, que les habían prometido que tendrían en julio y todavía están pendientes de recibir al completo.

Serán, por tanto, dos contratos diferentes. La idea es sacarlos a licitación casi al mismo tiempo para que cuando las obras estén listas pueda entrar a trabajar la nueva concesionaria y así reabrir un servicio que lleva cerrado desde junio.

Todavía queda pendiente un tercer contrato relativo a unas obras en el sótano, pero esos trabajos no interferirían en la actividad por lo que no son importantes para marcar la fecha de reapertura.

Unos 250.000 euros

Las obras que hay que hacer en la piscina afectan fundamentalmente a la instalación de acero inoxidable, que está oxidado (porque no es de la calidad necesaria para un edificio con tanta humedad); y a la playa de la piscina, que filtra agua, por lo que hay que levantarla y rehacerla para evitar que filtre agua para el piso de abajo. Además, la canaleta que lleva el agua desde ahí hacia el depósito que está en el sótano debe ampliarse para que tenga el doble de capacidad. La actual es demasiado pequeña, según los datos del regidor.

En total, los trabajos saldrán a concurso con un presupuesto que asciende a 250.000 euros aproximadamente.

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