El PP reclama ahora ante el ministro de Interior la oficina del DNI en O Barco

La Voz OURENSE / LA VOZ

O BARCO DE VALDEORRAS

Cedida

El senador valdeorrés Avelino García Ferradal mantuvo un encuentro con José Antonio Zoido en Madrid

14 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace apenas tres semanas, el PP hacía valer su mayoría en el Senado para echar abajo la propuesta socialista de pedir una oficina de extranjería y DNI en O Barco de Valdeorras. En la comisión no votaba el senador valdeorrés Avelino García Ferradal, que fue no obstante la persona encargada de defender la posición contraria del grupo que sostiene el Gobierno de Mariano Rajoy. Y ahora es el mismo García Ferradal quien pone de nuevo el tema sobre la mesa al entrevistarse con el ministro de Interior, José Antonio Zoido, para pedirle que se haga. En el encuentro estuvo también el portavoz del grupo popular en el Senado, José Manuel Barreiro.

«Chegamos ao acordo de retomar o tema da oficina», explicaba ayer García Ferradal. Argumentaba que para ello «volverá a facerse un novo informe da Policía onde non só se teña en contra a cantidade de DNI ou pasaportes diarios, senón que tamén se valore o illamento da comarca e se teñan en conta as comarcas veciñas que poden achegarse a Valdeorras para facer estas dilixencias». El rués no veía una contradicción en su petición actual. Decía que en la interpelación en el Senado había argumentado con los datos que tenían, y además, recordaba que el día antes tenía un acuerdo con el socialista Luis García Mañá para reclamar la mejora del servicio móvil actual en O Barco y A Rúa, que finalmente el PSOE rechazó.

García Ferradal aseguraba que el ministro había sido receptivo a la petición, y avanzó que estará pendiente de los avances en el tema. «Sei que xa empezou a traballar neste tema», decía.

Críticas del PSOE

Las reacciones no se hicieron esperar y desde las Xuventudes Socialistas de O Barco, su secretario xeral, Adrián Borrajo, calificó de «completamente cínica» la actitud del senador. Recordaba que «opuxérase concienciudamente con argumentos tan disparatados como que unha oficina permanente era innecesaria debido á pouca demanda».