José Manuel Oliveira y Marcial Couso, encargados del servicio de recogida de aceites de Asfaval: «Recogemos gratis en restaurantes, coles y geriátricos de Valdeorras»

La Voz

O BARCO DE VALDEORRAS

LOLITA VAZQUEZ

19 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En 2014, Asfaval puso en marcha un servicio de recogida de aceite. Era una fórmula más para recaudar fondos para una asociación que no pasaba por un buen momento económico, y que sigue necesitando sumar todos los recursos disponibles. Una donación les permitió sumar una furgoneta, con la que van a buscar el aceite a los establecimientos que les llaman, y que reciben un servicio en la puerta totalmente gratuito.

«Recollemos nuns 50 sitios, entre xeriátricos, colexios e restaurantes», explica Beatriz Vázquez, la trabajadora social de Asfaval. No solo en O Barco, donde tienen la sede, sino también en Rubiá, A Rúa, Carballeda de Valdeorras y Trives. Además, tienen contenedores en varios supermercados de la zona, en los que los vecinos pueden dejar sus botellas llenas de aceite usado. Cada vez que les avisan de que un sitio para ir a recoger, un monitor conduce la furgoneta en la que van también José Manuel Oliveira y Marcial Couso, los encargados del servicio. Recogen el aceite y entregan un albarán al establecimiento «por se teñen algunha inspección de Sanidade, porque estamos autorizados para recoller», señala Vázquez. Restaurantes, geriátricos y colegios tienen que tener un gestor de residuos que se encargue del aceite, para evitar que se tire por la cañería o en el contenedor inadecuado.

Ayuda para los gastos

El aceite usado es trasladado hasta el patio de Asfaval, donde lo almacenan hasta juntar alrededor de 1.000 litros. Después, la empresa especializada Procesadora Gallega de Alimentos (de Lalín) se encarga de llevárselo, para ser transformado en biodiésel. «Acostuma vir cada dous meses ou así», dice Vázquez.

La propia empresa se encarga de pesar el aceite y una vez limpio de suciedad (como por ejemplo, separada el agua), dar forma a la factura. «Son 35 céntimos por litro, así que cada dous meses acabamos ingresando 400 ou 500 euros», señala la trabajadora social. Es una ayuda para sufragar los gastos de la residencia, como explican Olivera y Couso. «Hai que traballar para tirar para adiante co centro. É grande e hai que mantelo», señala Marcial. «Recogemos el aceite en restaurantes, geriátricos y colegios de manera gratuita, no tienen que pagar nada», dice José Manuel. Ambos llevan desde el principio en el servicio, y están encantados. «La gente es muy amable y me encanta», añade José Manuel. «Estamos encantados», apostilla Marcial.