La Diputación cortará la carretera de San Vicente de manera inminente

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

O BARCO DE VALDEORRAS

LOLITA VAZQUEZ

Proponen mejorar el vial alternativo y habilitar un servicio de taxi para trasladar a los vecinos hasta la capital municipal

08 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Circular por la OU-807 es un peligro. Lo es desde hace un cuarto de siglo, cuando la Diputación, propietaria de la carretera, puso una señal de dirección prohibida. Pero es que la situación no ha ido más que agravándose en todos estos años y las lluvias de las últimas semanas han provocado una grieta longitudinal en medio de la calzada que no evidencia nada bueno. Se ve a simple vista, y los técnicos lo refrendan con sus informes. En el tramo final, el más cercano al pueblo de San Vicente, en Vilamartín de Valdeorras, el riesgo de derrumbe crece minuto a minuto. Y la gente sigue pasando. Saben que es peligroso, como reconocieron en la asamblea vecinal del martes, pero es la carretera que usan a diario.

Los coches seguirán pasando por poco tiempo. La Diputación anuncia que el corte físico será inminente. ¿Cuándo? Pues la fecha concreta está por decidir, pero la situación no admite mucha demora en el tiempo. «Sabemos que nos vai dar problemas», reconocía el diputado de cooperación, Pablo Pérez, el portavoz de la administración provincial en este asunto. Y lo justificaba: «Temos que velar pola seguridade dos veciños, e a día de hoxe non é seguro circular por esa estrada».

Desde la Diputación ofrecen como alternativa acondicionar la carretera de O Robledo, que tiene mucha pendiente. Además, se pondría a disposición de los vecinos un servicio de taxi en un horario acordado para que puedan trasladarse hasta la capital municipal «para aqueles que non se vexan en condicións de conducir por esa vía alternativa». La medida se mantendría mientras no sea posible llevar a cabo la obra de relleno de la vaguada, presupuestada en 13 millones de euros. El asunto está parado porque la cantera que trabajaba en la montaña junto al río ha recurrido la suspensión de la licencia de explotación, así que todo depende del fallo judicial. Además, desde Confederación Hidrográfica han pedido cambios en el proyecto, que se están tramitando.

Desde la Diputación, por otro lado, descartan la idea de descargar la montaña en el tramo más cercano al pueblo, como reclaman los vecinos. Pérez lo argumentaba en una cuestión legal. «Ao estar a estrada cortada, non podemos xustificar unha expropiación de terreos para facer unha obra provisional», decía. Solo se podría ejecutar con una cesión de las fincas.

El alcalde de Vilamartín inicia un encierro que prevé que será largo «porque non nos dan solución»

A las diez de la mañana comenzaba el encierro del alcalde de Vilamartín, Enrique Álvarez Barreiro, en el consistorio. Dice que estará allí hasta que haya «un proxecto serio» para acondicionar la carretera de San Vicente de manera provisional y que el posible corte sea de un máximo de dos meses. Así que por la tarde reconocía que «polo que me vai chegando, isto vai ser para longo». No estaba solo. Con él estaba el diputado socialista por Valdeorras, Miguel Bautista, que le acompañará con frecuencia aunque no siempre; y varios vecinos de San Vicente, que se van turnando para acompañar al regidor y tratar de hacer fuerza común.

Álvarez Barreiro decía ser consciente de que transitar por la OU-807 es un peligro. «A situación é complicada, porque hai unha fenda que se está pronunciado cada vez máis, e é un perigo pasar por alí», reconocía. Pero al tiempo criticaba que la Diputación haya dejado pasar el tiempo sin actuar. «Se fixesen caso do que pedimos hai tempo, de que aliviasen de peso esa zona, non chegariamos a esta situación», decía. Aseguraba que «non sería entendible» que se cerrara la carretera de manera indefinida hasta que pueda llevarse a cabo el relleno de la vaguada. E iba más allá al plantear el cierre, porque además de los vecinos de San Vicente, el tramo que ya tiene una señal de prohibido el paso es utilizado también por el centenar de trabajadores que tiene una pizarrera ubicada en la ladera de la montaña. «¿Van paralizar unha empresa que ten 100 operarios e ao pobo? Se toman este tipo de medida, ¡coidado! Non sei ata onde chegarán, e non sei ata onde chegaremos. Temos todos un problema», añadía.

Y mientras dura el encierro, los vecinos están preparando pancartas para colocar en los concellos de Petín, A Rúa y O Barco. «Vanse facer visibles na comarca», avanzaba Álvarez.