Alfredo García: «El dinero que los concellos ourensanos dejamos de percibir es un disparate»

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

O BARCO DE VALDEORRAS

Santi M. Amil

El regidor barquense dice que sus colegas del PP no se quejan del reparto de fondos en la Diputación por disciplina de partido

14 ago 2017 . Actualizado a las 22:21 h.

El alcalde de O Barco y presidente de la Fegamp, Alfredo García, se ganó la reprobación del gobierno popular de la Diputación ourensana por liderar la movilización de un grupo de una veintena de regidores para reivindicar ante la institución provincial un reparto justo de sus fondos. Los alcaldes, según dice el socialista, no cejarán en su empeño.

-Las críticas al sistema de la Diputación ourensana para distribuir sus fondos no son ninguna novedad, ¿por qué ahora esta movilización?

-Es que el modelo ya ha cambiado en todas las diputaciones. Al principio pasaba solo con los de A Coruña, que cuando te contaban lo que recibían se te ponían los dientes largos. Pero ahora son todos... Es verdad que la financiación de las diputaciones tampoco es la correcta porque se prima fundamentalmente la población y no es lo mismo la de Coruña que la Ourense o la de Lugo. Pero cuando ya la de Lugo, que tiene un presupuesto similar, también da un paso al frente y también pone veinte millones para sus concellos, volvemos a echar cuentas y vemos lo que sucede. Ahí se ve que el Concello de Sarria, con menos población, recibe 500.000 euros y O Barco está recibiendo unos 165.000 o 170.0000 euros al año. El dinero que dejamos de percibir los concellos ourensanos es un disparate.

-Siendo Baltar un presidente que dice querer estar a la vanguardia en política, ¿por qué no en esto? ¿Qué le aporta su modelo?

-Nada, porque este tipo de modelos termina dando problemas a quien los practica porque la sociedad ya no comulga con ruedas de molino. Poco a poco, al final tendrá que dar marcha atrás y lo único que está es quedando en evidencia. A mí me ha sorprendido muchísimo porque yo hace meses ya se lo planteé y, ante la nula respuesta, le volví a insistir cuando coincidimos en un acto. Recuerdo que me dijo que le hiciera una propuesta por escrito y así fue. Hasta hoy. Ha sido inviable hablar de este tema y al final se produjo un movimiento de todos los alcaldes entre independientes, BNG y PSOE. Ante esa tesitura yo entendí, aunque todo es discutible, que era necesario darle formalidad desde la Fegamp y abrir una vía para intentar conseguir el resultado final. Al final se produjo el efecto contrario y esto acabó en el pleno del otro día, pero eso no quita que, dejando a un lado las formas, el debate es el que es.

-Aunque son los alcaldes de la oposición los movilizados, la propuesta también beneficiaría a la mayor parte de los concellos del PP...

-[Alfredo García interrumpe la pregunta] No, no, no, no. A todos. Y yo he echado cuentas.

-¿Y por qué ellos no se movilizan también?

-Bueno, pues porque lógicamente no se lo permiten por disciplina del partido. Yo creo que a lo largo de mis años como alcalde de O Barco he estado siempre defendiendo los intereses de mis ciudadanos y, cuando gobernaba el PSOE, también. Y, por tanto, puedo decir lo que puedo decir. Aún con el modelo de Lugo, que son 20 millones en total y un mínimo de 100.000 euros por concello, todos los concellos ourensanos ganarían y aún quedaría margen suficiente para determinado tipo de subvenciones nominativas, convenios, etcétera, etcétera, que ya damos como un mal menor. Pero no hay manera.

-Ustedes defienden un plan único y que los concellos decidan a qué destinar el dinero. ¿Por qué ese sistema es mejor que el de varios planes específicos para distintos cometidos?

-Yo no sé si tiene que ser un plan único o no. Lugo, por ejemplo, ha cogido todo lo que daba para el plan de obras, para empleo, para servicios sociales o para deportes, lo ha juntado todo, ha metido más dinero y ha dicho: «Ahí os va y ahora os administráis vosotros». Coruña tiene más variables y entonces tiene más planes. Yo creo que eso es lo de menos. Lo que no puede ser es que en el plan de empleo se reparta a todo el mundo 10.000 euros. ¿Por qué? ¿Por qué recibe igual dinero un concello que tiene veinte parados que otro que tiene mil? Un plan de empleo no es para los alcaldes, es para los vecinos que están en el paro y, entonces, tendrá que haber una proporcionalidad. Y, como ese ejemplo, el de las actividades deportivas, que solo subvenciona tres en cada concello, sin importar cómo sea cada concello. Lo que tiene que haber es determinar una cantidad importante de dinero para reparto con criterios objetivos y luego, que vaya en un plan único o en varios planes, es discutible.

«Si no quieres que se hable de una cosa que no te interesa, buscas un chivo expiatorio»

García critica que los programas de subvenciones de la Diputación den la misma cantidad a cada concello. Ese proceder fue normal el primer año en que el Estado dejó de aportar al plan de obras, según dice García: «Se decidió, y yo estaba en aquel acuerdo, que a los concellos grandes nos daba igual tener 15.000 o 20.000 euros más porque no había para todos, pero aquello fue una medida excepcional que no se puede trasladar a todas las actividades de la Diputación. Hay muchos concellos que salimos claramente discriminados».

-El PP se niega a revisarlo y tiene mayoría absoluta. ¿Qué más se puede hacer?

-Yo del pleno del miércoles me quiero quedar con el remate del portavoz del PP cuando dijo que estaban abiertos a continuar con este debate siempre y cuando se hiciera en la fecha y en el lugar adecuados. Esto lo repitió varias veces y entiendo yo que eso será a principios de septiembre en las comisiones de presupuestos. Y, desde luego, esto se va a presentar en ese debate. Y en los plenos de todos los ayuntamientos vamos a presentar mociones para que esto se debata y para forzar a los alcaldes a decir claramente que no quieren recibir más dinero del que reciben.

-¿Le afecta su reprobación?

-En absoluto. Había un grandísimo concejal en O Barco que, siempre, cuando estábamos en los debates, decía que el pleno era como un teatro en el que cada uno tenía que cumplir su papel. Siempre lo decía con sorna y con sentido del humor. Además, en política es algo que se usa bastante: si no quieres que se hable de una cosa que no te interesa buscas un chivo expiatorio y hablas de otra cosa. No tiene ninguna justificación, no tiene ningún sentido de la medida, pero esto es así y así hay que aceptarlo.