Ocho votos le dan a Vicente Solarat la presidencia de la D.O. Valdeorras

María Cobas Vázquez
MARÍA COBAS O BARCO

O BARCO DE VALDEORRAS

Todos los vocales asistieron ayer al pleno para elegir al nuevo presidente.
Todos los vocales asistieron ayer al pleno para elegir al nuevo presidente. Lolita Vázquez< / span>

El vocal del Sindicato Labrego Galego se abstuvo en la votación

12 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Por consenso. Con ochos votos a favor y una abstención (la del vocal del Sindicato Labrego Galego), Vicente Solarat fue elegido ayer como nuevo presidente del consejo regulador de la denominación de origen Valdeorras. Solarat llega para sustituir a José Luis García Pando, que continúa como vocal en representación de las bodegas pequeñas y que dimitió el mes pasado al no salir adelante la apertura de expedientes a los viticultores que se excedieron en la producción en la última vendimia. Entendía Pando que sin los expedientes se paralizaba la posibilidad de lograr la certificación de la ENAC (de obligatorio cumplimiento para los consejos reguladores) y ante la falta de apoyo del resto de vocales, daba un paso atrás. Ahora ya tiene sustituto.

Todos los votos fueron para Vicente Solarat. Todos los que hubo a favor, porque el vocal del Sindicato Labrego Galego, Antonio García, optó por la abstención. Siguió el mismo sentido en el voto que tuvo cuando hace tres años tocó elegir entre García Pando y Eugenia Medina.

La elección de Solarat no llevó mucho tiempo. Al menos no en el pleno de ayer. Apenas cinco minutos bastaron para dar por finalizada la sesión y elegido el presidente. El pleno estaba convocado a las siete de la tarde. Diez minutos antes, en la puerta solo estaban dos de los vocales de las bodegas, García Pando y José Guitián. Poco después empezaron a llegar el resto, curiosamente muchos de ellos separados por apenas segundos. Fácil adivinar que venían de una reunión previa, necesaria para acordar el nombre después de que el consenso que había el martes por la mañana saltase por los aires en la reunión de esa misma tarde. Antes de entrar nadie quiso desvelar sus propuestas.

Saludos de cortesía de por medio, entraban todos en el salón de actos sin más palabras. Comenzaba la sesión (a puerta cerrada) para dar cuenta de la dimisión de Pando, postular candidatos y elegir presidente. Se puso sobre la mesa el nombre de Vicente Solarat y los representantes de las bodegas anunciaron que lo apoyarían. Quiso el vocal de la cooperativa de O Barco, Manuel Fernández, que esa posibilidad no fuese adelante, pero el anticipo de las bodegas hacía presagiar que la votación lograría la mayoría. Así que al final, apostó también por Solarat. Se levantó la sesión. Se levantaron ellos y fueron saliendo. Nada de conversaciones fluidas, ni siquiera de cortesía. Varios de los vocales enfilaron directos a sus coches tras despedirse. Nada que comentar. Tampoco quiso hablar con los medios Manuel Fernández, que en cambio sí salió gritando con Guitián. No le gustaba lo que había pasado. Ni allí ni antes. No le gustaron las filtraciones del nombre del candidato; el que él mismo había apoyado días atrás y del que el martes no quería saber nada. Ayer, volvió a apoyarlo. Vicente Solarat es ahora presidente.

Pando le ofrece «colaboración total, como non podía ser doutra maneira»

Hoy mismo la secretaria del consejo regulador de la denominación de origen Valdeorras enviará a la Consellería de Medio Rural el acuerdo plenario de ayer. Le tocará a la Xunta entonces dar el visto bueno, como se prevé que suceda (habida cuenta no solo de que hubo consenso ayer, sino de que el propio delegado, Rogelio Martínez, estaba al corriente de las negociaciones). Y después únicamente faltará que el nombramiento salga publicado en el Diario Oficial de Galicia para que sea real. Un trámite «que non debería tardar moito, cando foi do meu foran dous ou tres días», recordaba ayer el expresidente, José Luis García Pando.

García Pando deseaba suerte a su sucesor, en una tarea en la que ninguno de los presentes escondía que será trabajo duro; y se ponía a su disposición para el traspaso de poder. «Ofrézolle colaboración total, como non podía ser doutra maneira», decía, para a renglón seguido asegurar que «ten toda a liberdade para chamarme e pedirme información, como para optar polo contrario; tanto se decide chamarme como se non, a min parecerame ben».

Solarat estaba estos días fuera de Ourense. Regresará en breve. Después se reunirá con los vocales, pero ya desde el cargo de presidente y no como candidato. No era lo que hubiera querido Manuel Fernández, que prefería conocer sus planes antes del nombramiento. A Solarat le tocará tratar de unir a un sector que está dividido.