Un matrimonio de Muíños recibe el alta tras 13 días de ingreso en el CHUO

María Cobas Vázquez
MARÍA COBAS O BARCO / LA VOZ

MUÍÑOS

Feliciana Romero y Manuel Vila, con el doctor Soler, en la planta covid del CHUO
Feliciana Romero y Manuel Vila, con el doctor Soler, en la planta covid del CHUO sergas

«Tocounos. E, ¡carallo, que susto nos deu!», dice Manuel Vila, que se recupera en su casa junto a su mujer, Feliciana Romero

30 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de trece días, el jueves Feliciana Romero y Manuel Vila dejaban la planta covid del CHUO para volver a Muíños. Él podría haberse ido un día antes, pero desde el hospital consideraron que era mejor que esperase un día más y regresase con su mujer. Hacia el personal sanitario no tienen más que palabras de agradecimiento. «Mellores non podían ser, o médico, as enfermeiras, todos...», cuenta Manuel. Una ambulancia les trasladó hasta su casa, en la que tendrán que estar diez días en aislamiento antes de recuperar la vida normal. «Dinnos que esteamos tranquilos e que saiamos pasear pola horta», relata. Todavía hay que recuperarse. La neumonía bilateral le ha dejado secuelas a Feliciana, y conversar se le antoja todo un reto. A través del teléfono se escucha su voz cansada. «Cústame moito falar», cuenta, para después ceder la palabra a Manuel. Él tuvo un síndrome general menos acusado, y su recuperación va más rápida.

Ambos comenzaron a sentirse mal el 5 de enero. «Levamos desde aquela fastidiados», cuenta Manuel. Fue días después de una comida familiar. Aún no saben cómo se contagiaron. «Eu nin sequera ía ao bar; non sabemos se foi no súper, aquí na casa ou onde foi, pero nós pillámolo», resume. Lo que tiene claro es que hay que cuidarse, porque no sabes dónde está el virus.

Feliciana y Manuel vivían en Madrid cuando comenzó la pandemia. Llevaban allí varias décadas, y decidieron volver al rural para escapar de la alta incidencia acumulada allí. Desde marzo han alternado las estancias en Muíños con temporadas en Madrid. «Viñeramos facía un mes, non creo que o trouxéramos de alí, pero nunca se sabe», añade Manuel. «Tocounos. E ¡carallo, que susto nos deu!», dice sin escatimar énfasis. Lanza el mensaje de que hay que cuidarse, que hay que tratar de evitar contagiarse: «Decímoslle á xente que se coide, pola conta que lles trae».