Medio centenar de bienes embargados están pendientes de subasta en Ourense

m. v. / r. n. OURENSE / LA VOZ

MUÍÑOS

Ana Fernández

En la capital se enajenan pisos y bajos en la Avenida de Portugal o Marcelo Macías

10 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hacerse con una propiedad, rústica o urbana, a un precio que seguramente está por debajo del mercado será posible en Ourense en fechas próximas con medio centenar de bienes. Se trata de fincas situadas en distintos municipios de la provincia y también de pisos, bajos, garajes o locales comerciales subastados por la Seguridad Social, a raíz de las deudas contraídas por sus propietarios.

La primera de las citas es el próximo 17 de julio. En esa fecha la delegación ourensana de este organismo sacará un lote de seis bienes. Tres de ellos son fincas rústicas que se encuentran en las localidades de Pereiro de Aguiar y Muíños. En el primero de ellos sale a subasta un terreno de 604 metros cuadrados que se vende por 700 euros. Mucho más grande, de tres mil metros cuadrados, es el terreno que se enajena en Muíños, en el término de Porqueirós. La tasación es de 4.400 euros.

Con todo, las tres propiedades urbanas embargadas por las que se podrá pujar dentro de una semana serán seguramente las estrellas de la jornada. La mas cara, sale a subasta por 109.000 euros, se encuentra en Costa de Monte, Amoeiro, tiene dos edificaciones e incluso una piscina de 68 metros cuadrados. En la capital, se podrá optar a un local comercial en la Rampa de Sas, que se enajena por algo más de quince mil euros y tiene 40 metros cuadrados. Asimismo, se enajena un piso en la calle Xesús Pousa Rodríguez, de 101 metros cuadrados. Eso sí, en este caso las cargas que tiene son altas, y llegan a los 55.700 euros.

Y tras el parón de agosto, en septiembre, en concreto el día 18, tendrá lugar otra cita, en la que entrarán más de cuarenta bienes dispersos por toda la provincia. Destacan nueve terrenos situados en el municipio de Larouco, entre los que hay tanto viñedos como pequeños terrenos, algunos de los cuales se podrán comprar por apenas doscientos euros. El más caro, en el apartado de terrenos rústicos, es una finca de diez hectáreas en Porqueira. Se enajena por 76.000 euros.

En lo que respecta a las propiedades urbanas, serán cerca de una veintena las que se intentarán colocar entre quienes acudan a la puja. En la capital se puede acceder a pisos situados en calles como Marcelo Macías, la avenida de Portugal o la carrera de A Granxa. En las tres calles se puede pujar por viviendas que rondan los cien metros cuadrados, con garaje y trastero. Los precios superan ligeramente los cien mil euros, si bien en este tipo de subastas el comprador puede presentar una oferta por un 25% de la cantidad fijada como de salida. Luego es siempre la mesa de subastas la que decide si esa oferta cumple o no las condiciones. Una finca en Noalla (Sanxenxo) sale por 121.000 euros mientras que una casa en Allariz, se puede conseguir por la cantidad de 24.0000

El gobierno local pedirá informes antes de comprar el Bamio, que está en liquidación

Una infraestructura sobre la que pesaron en más de una ocasión órdenes de embargo es el centro deportivo Bamio. En la actualidad, se encuentra en fase de liquidación dentro de un concurso de acreedores. La administración pretende ejecutar la venta del recinto deportivo para hacer frente a todas las deudas que están pendientes, y entre las que se incluye el abono del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Y es, precisamente, la administración local una de las que está interesada en hacerse con la instalación deportiva. Democracia Ourensana llevó a pleno una propuesta para que se cerrase la operación por importe inferior a los 700.000 euros. El área de Urbanismo solicitó un informe técnico que valoró el coste de la reforma de la instalación en 2,7 millones de euros. También se alertaba en ese informe de que carece de licencia de apertura.

Ya con ese estudio en la mano, DO volvió a llevar a pleno la propuesta. Sin embargo, el Concello de Ourense considera que son necesarios nuevos informes antes de tomar una decisión definitiva sobre la posible compra de la infraestructura. El coste de su demolición, aclara el mismo informe, sería de 1,3 millones.