La Xunta urge la protección del suelo para evitar la erosión tras los incendios

Maite Rodríguez Vázquez
MAITE RODRÍGUEZ OURENSE / LA VOZ

MUÍÑOS

En la provincia de Ourense se registraron 48 incendios en menos de tres días

11 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de los incendios forestales que han arrasado la provincia en los últimos días, toca pensar en el futuro próximo y en como evitar las consecuencias negativas del fuego para el suelo de los montes ourensanos. Técnicos de la Xunta dedicarán los próximos días a definir en qué zonas de incendio hay más riesgo de pérdida de terreno por arrastre. Según explicó el director xeral de ordenación forestal de la Xunta, Tomás Fernández Couto, se tomarán medidas similares a la que se llevaron a cabo en las provincias de A Coruña y Pontevedra, donde el mes pasado una situación similar a la que se dio en Ourense esta semana con vientos cálidos y cambiantes propició que se propagaran fuegos de forma importante.

El asunto no es baladí pues las lluvias que siguen a los tres meses posteriores a un incendio pueden causar una erosión importante y contaminar zonas ricas de pesca fluvial, como el embalse de Salas, en Muíños.

Una de las técnicas empleadas de forma efectiva para atajar este nocivo efecto, explica el director xeral, es el mulching o acolchado con paja que crea una protección similar para el suelo a la que proporciona una capa de hojas. «Ello reducirá el arrastre de ceniza y tierra y mejorará la capacidad de permeabilidad del agua. «La pérdida de suelos es uno de los daños peores del incendio aunque no se ve», remarca el director.

También se cubren las áreas afectadas con material biodegradable y se realizan mejoras en las vías y pistas forestales, en cunetas o tajeas, «para que las aguas discurran lo más fácilmente posible». Otro de los trabajos post incendios será retirar la madera que no se puede comercializar para evitar problemas fitosanitarios.

En cuanto a los particulares, explica Fernández Couto, se habilitarán líneas de ayudas para que puedan acudir a ellas las personas con viviendas, galpones o maquinaria afectada o quienes hayan sufrido daños en explotaciones forestales, agrícolas o ganaderas.

Los incendios de esta semana, concentrados en dos o tres días, se dieron en condiciones -baja humedad, altas temperaturas y viento cálido del sur y cambiante- que facilitaron la propagación del fuego y complicaron la actuación de los medios de extinción. «El viento cambiaba y lo que era la cabeza del fuego pasaba a ser lateral o cola y obligaba a cambiar la estrategia de extinción y provocaba situaciones de riesgo para los medios. Bajo estas condiciones extremas es cuando la actividad incendiaria muestra su cara más oscura. Con esas condiciones podría haber diez accidentes. Pero en verano está prohibido quemar. No es una negligencia, como no lo es conducir por sentido contrario en una autopista», describe Tomás Fernández, quien no tiene dudas de que fueron provocados.

En Galicia hubo que apagar en esos tres días 122 incendios, 48 de ellos en Ourense, lo que obligó a una redistribución constante de los medios disponibles. «El miércoles en Entrimo se quemaron dos mil hectáreas en cinco o seis horas, con muchos pueblos afectados. Han sido incendios muy difíciles, que se propagaban a gran velocidades en zonas de orografía tremenda», resumió.

Minuto de silencio y plantación de árboles para exigir la recuperación del Xurés

En la presa del embalse de Maus de Salas, en el Concello de Muíños, al pie del Dolmen, se guardó ayer un minuto de silencio por los incendios forestales que tuvieron lugar en la zona durante esta semana, calcinando más de cuatro mil hectáreas. Durante el acto se leyó un manifiesto y se plantó un árbol autóctono. A continuación, los presentes iniciaron un recorrido en dirección al municipio de Entrimo, pasando por San Miguel. Al llegar a As Chairas da Illa plantaron otro ejemplar, al pie de O Quinxo.

«Todos coñecemos o dito ‘O pobo unido, xamais será vencido’. Deixemos de lado ás fronteiras entre concellos, as ideas e intereses políticos e esixamos todos xuntos o ben común de toda a comarca. Mañá pódense achegar ideas co fin de crear un prantexamento global que permita a recuperación do Xurés e a posta en marcha das medidas necesarias para que isto non se repita nun futuro. Con todas estas ideas tratarase de crear unha mesa de traballo por un Xurés vivo na que estarán representadas as diferentes asociacións de veciños, comunidades de montes e todas aquelas asociacións que representen ás xentes da Baixa Limia e os seus intereses», afirmaron los convocantes en un comunicado. Estuvieron invitados los representantes políticos de los concellos afectados ya que, según los organizadores del encuentro, era necesario abandonar cualquier color político para unir fuerzas y evitar que los incendios de la zona del Xurés, que se repiten año tras año, vuelvan a suceder.