La Guardia Civil corta de forma intermitente un carril de la A-52 para facilitar la extinción
30 jul 2017 . Actualizado a las 00:30 h.Desde que comenzó el verano, la comarca ourensana de Monterrei ha sido la más castigada por los incendios forestales. Ha habido conatos desde junio, pero desde el pasado viernes, dos incendios calcinaron un total de 238 hectáreas de monte. El de más importancia quedaba estabilizado ayer al cierre de esta edición, tras quemar 172 hectáreas. Comenzó a las 19.30 horas en la parroquia de Flariz y en pocos minutos se trasladó a Vilaza, en el vecino concello de Verín. El fuego llegó a los pies de la A-52, obligando a la Guardia Civil de Tráfico a cortar uno de los carriles de forma intermitente para permitir el trabajo de los medios aéreos y evitar un accidente. Durante toda la jornada trabajaron nueve agentes, 32 brigadas, 15 motobombas, una pala, 11 helicópteros y 4 aviones.
Por otra parte, quedó estabilizado tras quemar 53 hectáreas el fuego que comenzó en Infesta, en la comarca, como el que, de menor tamaño, afectó a la parroquia de A Salgueira y que fue apagado a las cinco de la madrugada de ayer. En este caso, el fuego llegó a las puertas de una granja, aunque no afectó a los animales. Los bomberos de Verín se unieron a los trabajos para controlar el frente que se dirigía al pueblo.
Y, finalmente, fue también extinguido el que el viernes obligó a corta durante toda la tarde y parte de la noche la N-525 en Gumarei, cerca de Infesta. En este caso hubo que controlar un depósito de propano perteneciente a un antiguo restaurante de la zona. Quedó destruida por las llamas una máquina tipo buldócer, además de aperos de labranza que se encontraban en un cobertizo anexo a una vivienda. En la extinción, además de los bomberos, estuvieron presentes brigadas y autobombas de Medio Rural, medios aéreos, la BRIF de Laza y la Guardia Civil.
