La demolición parcial para crear un centro socio-deportivo parece la salida
23 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Las obras de desmontado del pabellón de deportes ilegal de Melón siguen a buen ritmo. La empresa contratada para realizar el trabajo que supone cumplir la sentencia de derribo de la edificación ilegal comenzaba el martes sus trabajos y ayer continuaba la retirada de las cerchas de hormigon que formaban la estructura para acoger la futura cubierta de las instalaciones deportivas. Construcciones Faro, la firma contratada para desarrollar el proyecto, deposita los materiales que se están desmontando en la propia finca de propiedad municipal, en el lateral del perímetro del pabellón.
Lo que constituye una incógnita es saber si el Concello de Melón ejecuta la sentencia que está pendiente de cumplir, la que declaró ilegal la edificación en la zona de protección del monasterio ?con categoría de BIC? y decreta su demolición, o si la opción elegida pasa por un desmontaje parcial para reaprovechar una parte de la construcción con el fin de crear una infraestructura municipal para actividades lúdico-deportivas. En este sentido se manifestaba el lunes el presidente de la Diputación y la alcaldesa de Melón, Baltar y Cristina Francisco, tras el encuentro en el organismo provincial: «Patrimonio emitiu informe favorable do plan especial do mosteiro e seu entorno, resolución que autoriza a construción do dito edificio para actividades sociais, culturais e deportivas no mesmo lugar onde actualmente se atopa a estrutura do pavillón».
«Hai que baixar dous metros»
En esa línea se manifestó ayer el exalcalde de Melón. Alberto Pardellas recordó que cuando se promovió el proyecto era alcalde Celso Rodríguez Acuña, aunque a él le correspondió la aprobación de la obra cuando ejercía como regidor accidental. Pardellas, que fue inhabilitado por promover el pabellón ilegal, reiteró que la responsabilidad fue del secretario por no poner reparo ni advertir sobre la necesidad del permiso de patrimonio ?Pardellas mantiene que lo hizo tras la denuncia? y que el origen del caso está en su decisión de rechazar las remuneraciones de un arquitecto que pretendía construir un pabellón con un presupuesto de más de un millón de euros: «Díxenlle que non, porque non tiñamos máis que 180.000 euros, e aí foi onde empezou todo». El exalcalde aseguró que la estructura se podrá reutilizar: «Hai que baixarlle dous metros, que é o que lle sobra para cumplir as novas normas urbanísticas, e daquela xa se pode facer alí o centro».
La sentencia del TSXG ordena que se devuelva el espacio a su estado original, lo que conllevaría la retirada de todo lo edificado, hasta la pista de cemento.