El mayor decorado del cine español de la época, en Melón

J.Armesto

MELÓN

El decorado que se levantó en Melón fue el mayor realizado por la industria del cine en España hasta el rodaje de «Lo Imposible»

17 may 2015 . Actualizado a las 09:41 h.

Didier Haudepin (París, 1951) ya era una estrella cuando rodó Cotolay. Prueba de ello es que recibió una retribución de 367.238 pesetas, solo por debajo de Vicente Parra (500.000), que encarnaba a Francisco de Asís, y del director de la película, José Antonio Nieves Conde (600.000). El coste total del filme, según el Instituto Nacional de Cinematografía, ascendió a 12.358.031 pesetas (unos 75.000 euros). 

Cotolay se filmó fundamentalmente en exteriores en Santiago, Lugo, Pontevedra (Merza, Santuario de Lérez, Carboeiro, Bandeirao, Pontevedra ciudad) y Ourense (Ribadavia y Melón). De los 85 planos de la película, solo seis se grabaron en estudios, en Madrid. El rodaje empezó 2 de agosto de 1965 y el 20 de diciembre la película ya estaba terminada. Sin embargo, no se estrenaría hasta más de un año después, en marzo de 1967, lo que contribuyó a que no fuera un éxito de taquilla. Un total de 552.000 espectadores fueron al cine a verla y la cinta recaudó unos 41.000 euros al cambio actual. 

En la localidad de Melón se levantó la maqueta más espectacular, una réplica casi a tamaño real de la primitiva fachada de la catedral compostelana en el siglo XIII. Construida por el español Enrique Alarcón (el único profesional de su especialidad que ha recibido un Goya, en 1990, a toda su carrera), fue el mayor decorado hasta entonces realizado por la industria cinematográfica en España. Tendría que pasar casi medio siglo para que José Antonio Bayona superase sus dimensiones con el tanque de agua utilizado para el recreación del tsunami de Lo imposible (2012).

Haudepin cree que el cine debe ser a la vez una industria y un arte, y valora el sistema que aplican en su país, que recauda para el cine nacional una parte del dinero de la taquilla, ya sea de películas francesas o extranjeras. Este dinero es reinvertido, mayoritariamente, en los filmes franceses.

Como creador, Haudepin se pronuncia también sobre el el choque de culturas entre el islamismo y occidente, origen de sucesos como el ataque contra la redacción de Charlie Hebdo: «El Islam es una religión 700 años más joven que el catolicismo. Es una religión que nunca ha sido unificada, recodificada y reformada. A pesar de ser más joven que la religión católica, el islamismo paradójicamente se ha quedado arcaico, fundamentalista, y sus fieles están paralizados por el miedo a la heterodoxia. Un miedo casi histérico de faltar a la normalidad, de perder el honor y la tradición. Francia no ha logrado hasta el momento integrar intelectualmente a sus inmigrantes, que no obstante han contribuido a la riqueza del país y tienen la nacionalidad».