«Galicia se parecía a la Bretaña francesa de los años 50»

MELÓN

A

 El actor francés Didier Haudepin, recuerda el roaje de «Cotolay» en Melón, hace 50 años

17 may 2015 . Actualizado a las 09:44 h.

Fue un niño prodigio del cine francés. Su interpretación en Las amistades particulares (Jean Delannoy, 1964) le valió a Didier Haudepin el aplauso de la crítica y le abrió la puerta de otros países. En 1965 vino a España para rodar Cotolay, basada en la leyenda del carbonero que ayudó a Francisco de Asís a construir un convento en Santiago. La película se filmó casi íntegramente en Galicia, fundamentalmente en las localidades ourensanas de Ribadavia y Melón. Vicente Parra era el santo italiano; José Bódalo, el Maestro Mateo, y numerosos vecinos hicieron de extras en un clásico del cine religioso del que ahora se cumple medio siglo.

-¿Cuánto duró el rodaje de «Cotolay»?

-Ocho semanas, de julio a septiembre de 1965. Yo celebré mis 14 años el 15 de agosto en Santiago de Compostela.

-¿Qué impresión tuvo de Galicia, en los años 60, cuando España todavía era una dictadura?

-Teníamos la sensación de estar en la Bretaña francesa de los años 50 (la gente, el modo de vida...). Los guardias civiles, con sus tricornios sobre la cabeza, daban miedo. Había también cierta prudencia a la hora de hablar abiertamente en los bares y restaurantes, miedo a ser espiados por algún informador.

-La película se desarrolla en escenarios históricos y naturales, aunque el tono y el argumento son un poco inocentes en la actualidad.

-Sí, incluso a mí, siendo un niño, el escenario me parecía simplista y naif. Creo que el Opus Dei puso dinero clandestinamente en la película. Recuerdo haber oído hablar con ironía de este tema a otros actores.

-¿Cómo se manejaba con el idioma? ¿Usted decía sus frases en español o en francés?

-Creo que mezclaba un poco los dos idiomas, probando cada vez más con el español por orgullo y por diversión. De todas maneras, en esa época el sonido directo no existía en España. La película estaba destinada a ser doblada, pasara lo que pasara. El sonido que se registraba era lo que se llama «su testimonio». La cámara no estaba blindada/insonorizada y hacía un ruido de metralleta.

-¿Qué tal se portó el equipo con usted, el director, los actores...?

-Estaba muy bien rodeado y me mimaban mucho. Me trataban a veces como un pequeño adulto (ya había actuado antes en el teatro en Francia con Yves Montand y participado como protagonista en numerosas películas y series de televisión). Tengo un recuerdo muy cariñoso del ambiente del rodaje, muy divertido e informal. Nieves Conde [el director] era un profesional muy bueno y muy paciente. También recuerdo al director artístico Ontañón, que había vivido en París en los años 30 y 40.

-¿Le dio tiempo a ir a la playa?

-A la playa no, pero sí a los ríos y también hicimos marchas de senderismo por la montaña. El pequeño pueblo o abadía estaba situado en Melón, y había muy pocos habitantes. Volví en coche hace cinco años, pero nadie se acordaba ya del rodaje. Fui al ayuntamiento y la secretaria finalmente encontró, para su sorpresa, algunas fotos tomadas en aquella época. Muchas de las personas ancianas ya habían fallecido.

-Usted tuvo una carrera cuando era niño muy destacada, con películas de temática adulta como «Moderato cantabile», «Las amistades particulares» o «Los pianos mecanicos». ¿Sus padres no pusieron nunca ningún reparo a que participara en este tipo de filmes?

-La condición era que yo siguiera con mis estudios (letras-latín-griego en el Liceo Enrique IV) como el resto de los niños. Yo continué mis estudios hasta una licenciatura y un doctorado en inglés. Quería ser profesor...

-El mensaje de «Las amistades particulares» era muy polémico para aquella época.

-Es verdad que era una empresa osada para la época. Después hubo otras películas sobre la homosexualidad adolescente. Con la condena (útil y sana) que se hace hoy en día de la pedofilia, nuestra percepción de la película sería otra. 

-¿Ensayaba mucho o le salía a la primera?

-Era natural, y muchas veces las mejores tomas eran las primeras. Pero me preparaba mucho mentalmente, sin demostrarlo demasiado.

-También ha hecho mucho teatro. ¿Es importante para un actor joven?

-Sí, claro. Te obliga a dominar el ritmo y la voz. Es una buena disciplina.

-Ha trabajado con directores relevantes como Peter Brook, Roger Vadim, Jules Dassin, Negulesco, Tavernier, Visconti... ¿Alguno que recuerde especialmente?

-Casi todos me han enseñado algo diferente. Por supuesto, Visconti, a pesar de que ya estaba enfermo durante el rodaje de El inocente, fue desde todos los puntos de vista el más impresionante.

-¿Cómo era el director italiano?

-Un hombre de una inmensa cultura, en todos los dominios del arte, de una gran elegancia y una enorme precisión en la dirección de actores.

-A finales de los 70 deja de actuar y se pasa a la dirección. ¿Por qué un actor con su reputación abandona (o minimiza) la carrera de actor?

-Porque empezaba a aburrirme un poco, y empecé a filmar y a escribir guiones.

-Su primera película como director fue en 1980 en España, en la época del «destape» y con un icono de ese género como Alfredo Landa. Pero el argumento de la película tenía un fuerte matiz de denuncia social, ¿no?

-Sí, era una fábula irónica sobre el orgullo machista. Su protagonista es un cristalero madrileño castizo que tiene un segundo trabajo, inseminar nodrizas, que después dejaban a sus recién nacidos con sus padres en provincias, y, al subirles la leche materna, conseguían trabajo como amas de cría en familias bien de Madrid.

-En «Le plus bel age» nos introduce en la vida de unos estudiantes franceses. ¿Ha cambiado algo en las Grandes Écoles respecto a los años 70-80? ¿Qué opinión tiene del sistema educativo francés?

-El sistema de las élites todavía existe, pero solo en los cinco o seis liceos franceses más prestigiosos, que son preparatorios para las grandes escuelas. Las plazas son muy caras, no tanto por el dinero como por la exigencia académica y la competitividad entre alumnos, que pueden llevar al suicidio.

-¿Está preparando algo actualmente? ¿Produce, escribe guiones?

-Me jubilé el año pasado y aprovecho el tiempo para viajar, vivir bien y hacer pequeñas películas y fotos para documentales de costumbres (paisanos, obreros...).