Los vecinos de Dacón desafiaron al mal tiempo para celebrar una fiesta que ya tiene 32 años de historia
26 dic 2019 . Actualizado a las 14:16 h.Llegaba el belén viviente de Dacón en un escenario adverso, tras semanas de lluvias y con los problemas que han dejado tras de sí Elsa y Fabien aún latentes. Pero los vecinos de la parroquia de Maside saben que la conmemoración del 25 de diciembre es algo más y no quisieron perder la oportunidad de reunirse para celebrar la Navidad e implicarse en un proyecto colectivo en el que todos aportan lo que pueden y trabajan desinteresadamente para convertir A Carballeira da Garrida en punto de encuentro para los habitantes de Dacón, los vecinos que viven fuera de la parroquia y los cientos de visitantes que cada año admiran la puesta en escena colectiva de la que se sienten orgullosos en el pueblo.
Un belén viviente que este año llegó además con la buena nueva de contar con un niño Jesús de la parroquia, en realidad una niña de dos meses de nombre Aroa e hija de Carlos Ferreira y Silvia Bravo, quienes asumieron este año los papeles de José y María. Una cuestión, la del principal protagonista de la escenificación de Navidad, que no es asunto menor: en varias ediciones se tuvo que recurrir a pequeños de fuera de Dacón.
Edición solidaria
A Carballeira da Garrida, acondicionada por el Concello de Maside todos los años para que los vecinos puedan realizar el belén viviente, volvió a llenarse de puestos y artesanos. Con chocolate, chorizo, jamón, dulces y galletas para los que acudieron a compartir la fiesta con los vecinos de Dacón.
Mientras se llevaba a cabo la escenificación, con la llegada de María y José demandando un lugar donde cobijarse -y los padres y abuelos narraban la escena a los más pequeños-, se anunció que la edición 2019 del Belén vivinte de Dacón estaba dedicada a todos los niños que se quedaron huérfanos por culpa de los episodios de violencia de género que se registraron este año.
Los vecinos de la parroquia comenzaron hace 32 años a escenificar su belén. Aunque ha pasado por momentos críticos -en alguna ocasión estuvo a punto de no celebrarse- y ha cambiado de ubicación en varias ocasiones, en Dacón renuevan cada año la fiesta que les ha hecho célebres.